La palabra mafia no significa solo organización clandestina de criminales, sino también trampa, engaño, ardid. Hay mucho de todo esto en lo que se refiere a la Sanidad de Melilla. De sobra es conocido por los ciudadanos lo mal que está la Sanidad, tanto pública como privada, en esta ciudad. Y si no que se lo digan a la ingente cantidad de ciudadanos que se ven obligados a trasladarse a Málaga todos los días en ese primer vuelo de las ocho de la mañana. Sí, es escasa la calidad de profesionales en nuestra ciudad. Por eso estamos obligados a tener que viajar a la Península. ¿Es esto justo? Y, por si esto fuera poco, el vuelo de las ocho de la mañana es el más caro. ¿Por qué?
No sé si alguno de los señores que nos gobiernan se ha parado a reflexionar sobre estas dos preguntas. ¿Acaso no están al corriente de ello? Me gustaría saber qué hacen al respecto, si tienen problemas de salud. ¿Se pondrían en manos de algunos de los profesionales especialistas que tenemos aquí? ¿Qué harían cuando tuvieran que pagar ciento y pico de euros, de ida y vuelta, que cuesta el vuelo de las ocho de la mañana, sin contar, claro está, con los gastos de transporte, comidas…? Muchos de los especialistas que ofrecen las listas de las distintas compañías sanitarias de seguros de Melilla no son verdaderamente especialistas. Además no se han reciclado. No voy a especificar las especialidades, porque sería entrar en detalles que, por ahora, no vienen a cuento, aunque sí mencionaré la dejadez que existe por parte de la Administración a la que compete este problema, criticaré la falta de ética por parte de algunos profesionales que tienen su consulta desde hace muchos años y no se han reciclado, y me quejaré de la inmoralidad manifiesta de ciertos sectores sociales de este entorno que, no sé por qué circunstancias, ni por qué motivo, manejan los hilos de la Sanidad Pública y no permiten que personas capacitadas puedan competir con ellos instalando laboratorios para análisis o el equipo necesario para diagnósticos por imagen, como si la Sanidad fuera su cortijo, en el que pueden obrar como les plazca. No, señores. Esa forma de actuar es a la que me refiero cuando hablo de mafia sanitaria; por eso lo critico. Da la sensación de que una mano negra está detrás de todo esto. ¿Por qué el Gobierno de la ciudad no interviene para desmonopolizar el mafioso proceder de unos señores que acaparan los laboratorios de análisis, las pruebas de diagnóstico o permiten el abuso de las compañías sanitarias de seguros? Porque está claro que las personas que han monopolizado estos servicios sanitarios, lo hacen por intereses, para saciar el hambre de dinero, pues en nada les importa el sufrimiento ni la desdicha de los ciudadanos, que se ven obligados a hacer largas colas para hacerse un simple análisis de sangre o una radiografía, y esperar los resultados de una prueba durante más de una semana, cuando esa misma prueba se hace en el día en Málaga, en Cuenca o en Palencia. ¿Creen ustedes que les preocupa el que los enfermos tengan que trasladarse a la Península para dar con un médico que les atienda en condiciones, o para hacerse una prueba que aquí no se la pueden hacer, con el trauma que esto conlleva en un enfermo?
Por qué los responsables de la Sanidad en esta ciudad, que ven el problema que existe en este sector, permiten que tengamos que seguir viajando a la Península cada vez que tenemos un problema de salud, porque no nos fiamos de los especialistas que hay. ¿O es que ustedes se fían?Hace unos meses, mi compañía sanitaria me envió una carta rechazando la solicitud de la cuantía del costo de un vuelo a Málaga para una revisión médica, que debo pasar cada año, alegando que aquí tengo médicos que pueden hacerme esa revisión anual. ¿Acaso esta compañía sanitaria está siendo honesta con sus asegurados? ¿No será que le importamos un comino? Si este razonamiento de la citada compañía no es mafioso, que venga Dios y lo vea. Y no es solo mi caso, hay muchísimos más que claman al cielo.Por lo tanto, no vengan ustedes, señores gobernantes, diciendo que si estamos así de mal es porque los médicos son reacios a venir a Melilla. Eso no es cierto. Hace unos meses se ha instalado en esta ciudad un especialista que, por lo que he oído, es muy bueno. Sin embargo, no se le permite trabajar en ninguna compañía sanitaria de seguros. ¿Por qué? ¿Qué mano negra está detrás? ¿Cuáles son las verdaderas razones que se lo impiden? Para los señores que nos están gobernando, todo esto no en un problema, ni motivo de queja, porque a ninguno ellos la acarrea trastorno alguno, pues en el caso de verse obligados a acudir a un especialista en la Península, no se tienen que enfrentar a los problemas del ciudadano de a pie. Mediante sus contactos puede ponerse en manos del mejor especialista; y respecto a lo de conseguir billete o pagarse el viaje, ¿qué problemas va tener? Lo consigue en el acto, y con las dietas que la Ciudad Autónoma le da, se paga el viaje. ¿Eso lo puedo hacer yo, señores del Gobierno? Estoy seguro de que más del noventa por ciento de ciudadanos de Melilla está en la misma situación de indefensión que yo. Por desgracia, hay un porcentaje muy grande de ciudadanos que se siente impotente, defraudado y, por supuesto, engañado ante este tipo de situaciones.Son las autoridades las que han de poner remedio a este grave problema social en la ciudad, porque nadie tiene porqué gastarse sus ahorros en sanidad, en el caso de que los tenga, claro está. Tener que costearse viajes y médicos, estar pagando las consecuencias de una pasividad política y una mala gestión administrativa, a la que no parece preocuparle el sufrimiento por los desmanes de una mafia sanitaria permitida, no es digno de un Gobierno que dice preocuparse por su ciudad. ¿Hasta cuándo hemos de aguantar esta grave, inmoral e injusta situación, señores gobernantes de Melilla?