La reforma de la Ley de Extranjería, a través de una disposición adicional en la Ley de Seguridad Ciudadana -conocida popularmente como Ley Mordaza-, “hace explícita la garantía del respeto a la normativa internacional en materia de Derechos Humanos, y específicamente de la reguladora del derecho de asilo y de la protección subsidiaria”. De esta manera, el Gobierno respondía a una pregunta parlamentaria presentada en el Congreso por el diputado de Amaiur Jon Iñarritu, que quería saber si se había elaborado “un nuevo protocolo con instrucciones a la Guardia Civil sobre cómo efectuar los 'rechazos en frontera' en las vallas de Ceuta y Melilla según la nueva disposición de la Ley”.
El Gobierno asegura además que “independientemente de la desestimación de la entrada de quienes traten de acceder irregularmente en territorio nacional, podrá serles reconocida la condición de refugiado o la protección subsidiaria en los lugares habilitados al efecto en los puestos fronterizos”.
El Ejecutivo indica así que aquellos inmigrantes que sean rechazados tras haber intentado entrar de forma irregular a Melilla, no pierden su derecho a solicitar protección internacional en la nueva oficina inaugurada el pasado mes de marzo en el paso de Beni-Enzar.