«Y para conseguir esto no hay otro camino que el del esfuerzo, el del sufrimiento, compromiso con la unidad, con nuestros compañeros y con nosotros mismos”, dijo el coronel del Tercio Gran Capitán, Antonio Ferrera Arriba
El patio de armas del Acuartelamiento Millán Astray ha acogido este miércoles por el mediodía una solemne parada militar con motivo del 103ª aniversario de la fundación de La Legión. Un acto que ha estado presidido por el teniente general jefe del Mano de Canarias Julio Salom Herrera, que ha pasado revista a las diferentes unidades en formación en presencia de numerosas autoridades militares, políticas y civiles que acudieron al acto.
Durante la parada se ha entronizado al Cristo de la Buena Muerte, se ha realizado un homenaje a los que dieron su vida por España, se han recitado los credos legionarios, y se ha entonado el Novio de la Muerte y la Canción del Legionario.
Además, y como es costumbre, se ha nombrado a un nuevo Legionario de Honor y se han entregado los ‘Premios Legión’ al cabo mayor Pascual García Ruiz; al cabo 1º Hakin Mohamed Hamed; al cabo 1º Juan Ramón Lllanes Martínez; y al cabo 1º Miguel Ángel Sartín Santos. También se han entregado los ‘premios cofradías’ y el trofeo ‘20 de septiembre’ a la compañía de Defensa Contracarro.
“Historia gloriosa”
Durante su alocución, el coronel jefe del Tercio Gran Capitán 1º de La Legión, Antonio Julián Ferrera Arriba, que ha realizado un breve repaso inicial de un episodio histórico del cuerpo, ha destacado que La Legión es “una de las unidades más jóvenes de nuestro Ejército”, pero con “una historia gloriosa que tenemos la obligación de recordar y la responsabilidad de continuar escribiendo con letras de oro en los libros de España”.
Aunque el cuerpo nació en la ciudad hermana de Ceuta, Ferrera Arriba recuerda que fue en Melilla donde La Legión “mostró a los españoles su espíritu y donde se dio a conocer”. “Fue aquí donde se comenzó a forjar la leyenda, donde nació el espíritu de La Legión”, subrayó, destacando la operación de abastecimiento en Tizzi-Azza en 1921.
“Acciones como esta nos deben recordar que La Legión es una unidad de combate, que ese debe ser nuestro esfuerzo principal en nuestra preparación y quehacer diario, porque la historia hay que recordarla, rememorarla y estudiarla para aprender de ella”, señala, aseverando que la historia “se escribe cada día”, “y tenemos la responsabilidad de que continúe siendo una historia gloriosa para bien de La Legión, de nuestro Ejército y de España”. “Y para conseguir esto no hay otro camino que el del esfuerzo, el del sufrimiento, el del darlo todo poniendo toda la carne en el asador, compromiso con la unidad, con nuestros compañeros y con nosotros mismos”, afirmó al final.
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