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La laringotraqueobronquitis, un nuevo síntoma de la COVID-19 en niños

Según un estudio realizado por el doctor Ryan Brewster, y publicado en la revista científica ‘Pediatrics’, la causa del crup es un virus y la mayoría de los niños tienen un solo episodio, pero unos pocos lo padecen de forma repetida, iniciados por infecciones víricas que gradualmente disminuyen en frecuencia y gravedad. Así, tal y como se indica, el niño presenta ronquera y una tos frecuente, de sonido extraño, que se describe como metálica o perruna. El crup varía ampliamente en su gravedad y suele afectar a niños pequeños, menores de 5 años, que, en general, fueron tratados con dexametasona, un esteroide.

La llegada de ómicron ha dado lugar a una complicación de la COVID-19 no reconocida anteriormente en niños pequeños: la laringotraqueobronquitis, también conocida como crup, según informa la agencia Europa Press. Así, indica que, en el primer informe revisado por pares hasta la fecha, los médicos del Boston Children’s Hospital (Estados Unidos) describen 75 niños que acudieron al servicio de urgencias del hospital con laringotraqueobronquitis y COVID-19 desde el 1 de marzo de 2020 hasta el 15 de enero de 2022.
Algunos casos fueron sorprendentemente graves, requiriendo hospitalización y más dosis de medicamentos en comparación con la laringotraqueobronquitis causado por otros virus. Algo más del 80% se produjeron durante el periodo de ómicron. “Hubo una delimitación muy clara desde el momento en que la ómicron se convirtió en la variante dominante hasta el momento en que empezamos a ver un aumento en el número de pacientes con laringotraqueobronquitis”, dijo el doctor Ryan Brewster, primer autor del informe, que se ha publicado en la revista científica ‘Pediatrics’.
Tal y como se señala desde Europa Press, la laringotraqueobronquitis, conocido médicamente como laringotraqueitis, es una enfermedad respiratoria común en bebés y niños pequeños. Se caracteriza por una tos característica y una inhalación ruidosa y aguda (conocida como estridor). Se produce cuando los resfriados y otras infecciones víricas causan inflamación e hinchazón alrededor de la laringe, la tráquea y los bronquios. En los casos graves, incluidos algunos vistos en el Boston Children’s, puede restringir peligrosamente la respiración.
En consonancia con el patrón general de laringotraqueobronquitis, la mayoría de los niños con COVID-19 y laringotraqueobronquitis eran menores de 2 años y el 72 por ciento eran varones. Salvo un niño con un virus de resfriado común, ninguno tenía una infección vírica distinta del SARS-CoV-2. Aunque ningún niño murió, nueve de los 75 niños con laringotraqueobronquitis asociado a COVID-19 (el 12%) necesitaron ser hospitalizados y cuatro de ellos (el 44%, o el 5% del total) requirieron cuidados intensivos.

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Redacción

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