El presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, junto al consejero de Fomento, Javier González, y el escultor melillense José María Sánchez inauguraron ayer el grupo escultórico elaborado en honor a la Duquesa de la Victoria. Éste está situado en la rotonda que da paso a la avenida que también sustenta su nombre y donde se encuentra también otras de las obras de Sánchez como la de Cronos y su alegoría al tiempo. Imbroda resaltó que obras como está demuestran la vocación de los Gobiernos que ha presidido de “enriquecer Melilla culturalmente y elevar el nivel de calidad”. El presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, afirmó que en los sucesivos Gobierno que ha presidido, siempre ha existido una "vocación de enriquecer Melilla culturalmente y elevar el nivel de calidad de la ciudad a través del establecimiento de diversas obras de arte en distintos puntos de la ciudad".
Es por ello, por lo que a través del escultor José María Sánchez, se ha llevado a cabo un homenaje a la conocida como Duquesa de la Victoria que estuvo hace 95 años en la ciudad ayudando con diversas personas de la Cruz Roja a atender a los heridos del Desastre de Annual.
Esta labor asistencial, recuerda el presidente, fue celebrada a nivel nacional y tuvo un renombre importantísimo, siendo esencial la labor de la Duquesa de la Victoria que "se portó con Melilla magníficamente", celebró Imbroda, Así, recordó que incluso en el edificio de la antigua Cruz Roja que ahora aloja la Consejería de Hacienda, mantiene alguna placa que se conserva de su colaboración con Melilla.
Parte de una fotografía
El artista melillense presentó una propuesta a la Ciudad que supone una "alegoría de carácter figurativo en cuanto al entorno" y que se mezcla con la "imaginación del artista". Aún así, se mantienen fieles en algunos detalles, como la cara de la figura escultórica, que es calcada de una fotografía que aún se mantiene de la Duquesa de la Victoria, explicó el presidente de la Ciudad
Con este grupo escultórico, Imbroda considera que la rotonda queda "muy enriquecida", no solo por el monumento situado en el centro de la glorieta, sino por las cuatro farolas que son un "guiño al modernismo", que "salvando las distancias", son similares a las lumínicas situadas en el Paseo de Gracia de Barcelona, aunque estas últimas son más recargadas, relató Imbroda. En cierta forma, indicó, tienen cierto aire al "dragón de Barcelona que figura en muchas obras de arte".
El presidente de la Ciudad felicitó tanto al titular de Fomento, que siempre ha sido receptivo a la instalación de este tipo de obras, así como al escultor por los resultados que ha obtenido. Así, aseguró que el precio de 60.000 euros "está muy alejado de lo que podría valer".
