Fue entre la década de los años 60 y la de los 80 cuando aquellos bailes tan característicos de Melilla denominados Verbenas tuvieron su máximo apogeo.De hecho los veranos melillenses estaban salpicados de verbenas que tanto los jóvenes como los adultos esperaban con gran ilusión, ya que era una de las formas habituales de reunión en que las pandillas conectaban para bailar, con grupos de música en directo y tomar unas copas y una de la oportunidades sobre todo para las chicas de poder salir hasta bien entrada la madrugada. Tiempos pasados ya que en la actualidad los fines de semana la juventud suele quedar para iniciar sus salidas alrededor de la una de la madrugada, algo impensable en aquella época.
Volviendo a las verbenas, se celebraban varias a lo largo del estío tantos en el Club Marítimo como en La Hípica. Entre las primeras, la de la Virgen del Carmen o la de Cruz Roja en la que incluso se instalaba una tómbola en el recinto para recaudar fondos para después emplearlos en las ayudas sociales que ofrecía durante el año.
Pero en La Hípica se sucedían la de los Alféreces Provisionales con la de alguna que otra Unidad y entre ellas tuvo siempre una consideración especial la de Los Cadetes. De hecho, es la única que se ha conservado desde aquella etapa. En la pasada madrugada ha vuelto a reunir un gran número de grupos, mayoritariamente de gente joven que ha seguido apostando por la pervivencia de esta fiesta de gran tradición en la ciudad.
