La Junta de Personal solicita a los dirigentes políticos melillenses que abanderen el reto social de dotar urgentemente a Melilla de las infraestructuras educativas necesarias para garantizar su futuro “ya que éste pasará irremediablemente por las manos de nuestros compañeros/as docentes y de su alumnado”. La Junta de Personal Docente considera que la falta de infraestructuras educativas en Melilla no es algo nuevo. “Por desgracia estamos acostumbrados, -dice,- a ver cómo las obras se retrasan o no comienzan durante años y que cuando se hacen realidad llegan tarde para solucionar los problemas para las que fueron diseñadas”
Recuerda que Melilla ha experimentado un aumento de más del 10% de la población estudiantil en los últimos cuatro años. “Un aumento que ha debido absorber la red de centros educativos que ya se encontraba con unos índices de ocupación superiores a lo que establecía entonces la normativa”. Los docentes creen que esto ha dado como resultado “una situación dramática en nuestros centros y que con la llegada de la actual crisis y los recortes establecidos en educación amparados injustamente en ella, está llevando la educación de nuestros alumnos a unos parámetros preocupantes para su futuro y, sobre todo, para el futuro de Melilla”.
La Junta asegura que desde hace una década “se viene engañando a la comunidad escolar con un nuevo IES en los terrenos de Jardín Valenciano que dé cabida al actual Virgen de la Victoria; más de una década para ver concluido el Centro Multidisciplinar del Mercado Central y, por desgracia, nos tememos que el CEIP que se edificará en los terrenos de Gabriel de Morales correrá la misma suerte y verá retrasado su desarrollo por otros muchos años”,
Pero la situación actual de la educación de nuestra ciudad requiere de soluciones inmediatas hasta tanto las adecuadas terminen por hacerse realidad. “Una de ellas es la habilitación de las aulas de la Casa de la Juventud como germen del futuro centro de infantil y primaria de Gabriel de Morales. Una iniciativa que suscitó el apoyo de la Ciudad Autónoma, que rápidamente se mostró solidaria con el sector educativo y las ofreció para tal fin”, pero “por desgracia observamos que dichas aulas siguen siendo solo buenas intenciones y no una realidad”..