El presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, dijo ayer que la inmigración irregular “no se va a acabar nunca” hasta que los países de origen se desarrollen, dada la gran diferencia de renta per cápita que tienen respecto a Europa. Imbroda hizo esta reflexión tras el salto de 70 inmigrantes que se produjo ayer en la valla de Melilla, el segundo más importante de este año, protagonizado por alrededor de 400 subsaharianos después de una noche de “intensa presión fronteriza”.
“Lo importante sería que se hicieran más cosas allí, que se desarrollen esos países, y hasta que eso no ocurra, la inmigración va a estar ahí pegando”, dijo el presidente melillense, que volvió a abogar por una inmigración “ordenada y regular” para evitar que haya “más gente para ser explotada” y una “vulnerabilidad en la frontera que no es de recibo”.
“Lo que no podemos es que eso sea miles y miles que entran, porque entonces tendríamos problemas, para ellos y para nosotros”, agregó el presidente.
Imbroda señaló que “es muy difícil decir a los inmigrantes que no vengan” cuando desde sus países de origen, gracias a las comunicaciones cada vez más avanzadas que llegan “hasta el sitio más recóndito del mundo”, pueden ver el desarrollo del Primer Mundo.
Los inmigrantes que ayer saltaron la valla “han cumplido con su labor, que era intentar pasar”, y ahora que lo han conseguido y están en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), lo que hay que procurar es que “se les atienda de la mejor manera posible” porque “son criaturas como todos los demás”.