La Semana. MH, 11/09/2023
Por: J.B.
En Marruecos importan (o deberían importar) las personas
Hasta el momento, por expreso deseo de nuestro país vecino, solo cuatro países contribuirán en tareas de salvamento de posibles atrapados entre los escombros tras el terremoto, de magnitud 6,8, del viernes 8 de septiembre en Marruecos, que dejó un total de 300.000 personas afectadas. El Gobierno marroquí ha dejado a otras naciones, que han ofrecido su ayuda, a la espera de su requerimiento.
Marruecos ya comenzó a recibir equipos de rescate de España, y aceptó también el apoyo que llegará próximamente de Reino Unido, Emiratos Árabes y Qatar, con la finalidad de apoyar las tareas de búsqueda y rescate del terremoto, que dejó 2.122 personas fallecidas y 2.421 heridas, de las cuales 1.404 se encuentran en estado crítico, según el Ministerio del Interior de Marruecos.
Los ciudadanos de cualquier país no deberían ser números sin importancia, sino que deberían ser la primera y última preocupación de los gobernantes
Los ciudadanos de cualquier país no deberían ser números sin importancia, sino que deberían ser la primera y última preocupación de los gobernantes. Un dictador, o un gobernante con tintes dictatoriales (léase Pinocho) sólo se preocupa por sus gobernados (para él, súbditos) cuando el descontento es tal que puede dar lugar a revueltas o puede hacer que se produzcan intentos de derrocamiento.
En las dictaduras (Marruecos lo es, aunque no de las peores; España, con Pinocho y Puigdemont, se va acercando) los ciudadanos/las personas son peones a los que hay que explotar y usar con los fines que cada dictador busque: en algunos casos será el poder, en otros la riqueza y en muchos casos ambas cosas juntas.
Los dictadores no admiten retos a su autoridad, pero no todos responden a los desafíos con igual brutalidad ni soportan con igual entereza las presiones de que son objeto por parte de la oposición.
El dictador gusta del elogio, de la adulación, de la sumisión a su voluntad. Disfruta de la historia y por lo regular está convencido de que con sus acciones está escribiendo los capítulos más gloriosos de la misma (¿no les recuerda a alguien de España?).
El dictador es un mentiroso con talento (¿Pinocho?), un hombre que conoce la gente que gobierna, que sabe de debilidades y grandezas. Cuenta con un aguzado sentido del qué hacer en los momentos de crisis porque conoce mejor que ningún otro conductor que su poder se asienta tanto en su capacidad de evaluar el entorno, como en lo oportuno de sus decisiones y en las contradicciones de quienes se le oponen.
¡Primero las víctimas (de Marruecos) y después los formalismos, por favor!
Este pequeño resumen de algunas de las “cualidades” de un dictador/gobernante con tintes dictatoriales viene al caso porque lo que ha ocurrido en Marruecos, tras la muerte y desgracia humanitaria que está afectando a nuestros amigos (no lo son los gobernantes, pero si la gran mayoría de los ciudadanos) marroquíes, requería la ayuda rápida de todos los países posibles y no el oscurantismo propio de las dictaduras. ¡Primero las víctimas y después los formalismos, por favor!
Sánchez y su libro
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, recibió 42.000 €, en el año 2022, en concepto de derechos de autor por su libro «Manual de Resistencia». Al parecer, decidió donar estos ingresos a la Obra Social Nur, una organización islámica que atiende a personas desamparadas y en riesgo de exclusión social. La entidad receptora depende del Centro Sufí Nematollahi de España y de la Orden Sufí Nematollahi.
(Sánchez) Decidió donar los ingresos de su libro a la Obra Social Nur, una organización islámica
Durante los últimos cinco años, Pedro Sánchez ha tenido cuatro empleadores diferentes: el Gobierno de España, como presidente de España (o lo que nos va dejando de ella); el PSOE, como secretario general del partido; el Congreso, como diputado; y Ediciones 62 S.A, desde 2019, año en el que su libro «Manual de Resistencia» salió a la venta, recibiendo ingresos por «derechos de autor por creación literaria».
La Asociación Obra Social Nur fue constituida el 30 de abril de 2017 y realiza su labor en Madrid y Córdoba, principalmente distribuyendo alimentos.
En el islam que practica la inmensa mayoría del mundo musulmán, el sabio es el experto en jurisprudencia, en reglas de conducta y preceptos legales; en el sufismo, en cambio, el sabio es el místico (sufí), el individuo que busca la interioridad por encima de los preceptos de la ley.
No tiene nada de malo que nuestro “querido” presidente en funciones done su dinero (aunque provenga de una obra de nulo interés para la gran mayoría de españoles) a una asociación islámica; pero, aunque sólo sea por el número de personas a las que representan, sería lógico pensar que hay una gran cantidad de asociaciones no religiosas o de, por ejemplo, la religión mayoritaria de nuestro país (la católica), que se sentirán agraviadas y con razón.
Si tenemos una fruta amarilla, que se pela y sabe a plátano, todos suponemos que es un plátano; Si se cambia una posición tradicional española con el tema del Sáhara sin recibir compensación alguna, si se dice que Marruecos tiene información sensible sobre Pinocho o su familia, si se donan cantidades a una asociación islámica, si se viaja a Marruecos de visita privada cuando los marroquíes tienen cerradas las fronteras de Ceuta y Melilla; lo lógico es pensar que el plátano es, en este caso, un gato encerrado.
