Me imagino que mucha gente al leer el título de este artículo se dirá: Ya está Nezar con sus perspectivas raras… Posiblemente, lleven razón, pero para mí es algo incomprensible que sepa algunos días después de terminadas las olimpiadas, el número de medallas que ha obtenido el equipo español, tanto en categoría, nombre del atleta como especialidad deportiva y no tenga ni idea de cuál es el nivel real del deporte español una vez finalizado este impresionante evento deportivo.
El nivel de una clase escolar no se sabe por el número de alumnos sobresalientes que obtienen los alumnos, sino de notables. Si yo fuera un deportista de élite y participase en unas olimpiadas representando a España, sería todo un orgullo y honor para mí que el Comité Olímpico Internacional reconociera mi labor durante el desarrollo de ese “gigante evento deportivo”. Ya que para recibir dicho diploma uno tiene que quedarse como mínimo el octavo en la clasificación.
Tenemos que tener en cuenta que para que un deporte sea olímpico, deben de practicarlo al menos setenta y cinco países, y dicho ejercicio se debe de practicar en todos los continentes del planeta, y vayan o no al evento, ya que solo pueden presentarse los mejores, al menos doscientos participantes de los cinco continentes aspiran a llevarse la Medalla de Oro. Por lo tanto, si un atleta se queda el quinto, es, desde mi perspectiva un gran logro tanto para el participante, como para el país al que representa. Sin embargo, he visto en pruebas de remo, doma y vela, a los medios de comunicación, casi como disculpando a los deportistas por haberse quedado en quinto y sexto lugar… Eso, desde mi punto de vista no es así.
Los españoles tenemos que empezar a valorar más nuestro nivel deportivo como país que los éxitos individuales… que ya sé que da mucho gusto, y que en definitiva, la medalla, el Himno Nacional y todo lo que conlleva la ceremonia es lo que se recuerda, pero quiero desde aquí homenajear a todos aquellos deportistas, españoles y también, aunque con menos cariño e intensidad, pero con el mismo respeto, a los no españoles, que hayan traído a sus respectivos países un diploma de reconocimiento olímpico por su gran labor realizada en el ámbito de su especialidad deportiva.Y le dedico este homenaje, ya que ningún medio de comunicación de calado popular informa de cuántos diplomas se ha llevado España, y para mí es una desfachatez…También hay que entrevistar por radio y televisión a estos deportistas, incentivarlos y darles importancia, tanto a ellos, como al logro obtenido.
Espero de corazón, que en lo sucesivo, se valore más a quienes quedando en un lugar honorable y reconocido fuera de nuestras fronteras, se han dejado el sudor, el esfuerzo y el alma, para dejar en buen lugar a nuestro país, aunque no haya tenido la suerte de llevarse una medalla.
