La Guardia Civil ha rescatado en 24 horas a cuatro inmigrantes de origen subsahariano que pretendían entrar de manera irregular a Melilla escondidos en dobles fondos habilitados en dos vehículos, concretamente en el hueco del depósito de combustible y el salpicadero. En estas nuevas actuaciones contra la inmigración clandestina, el Instituto Armado ha detenido a tres personas, una de las cuales ha ingresado ya en prisión provisional tras pasar a disposición judicial.
Según informó ayer en una nota de prensa la Comandancia de la Guardia Civil de Melilla, estas dos intervenciones se produjeron durante el pasado fin de semana en el paso fronterizo de Beni-Enzar, donde la Benemérita ha intensificado sus controles ante el incremento de entradas en doble fondo que se han dado en las últimas semanas.
La primera actuación tuvo lugar el viernes, durante el registro a un Mercedes 250D ocupado por su conductor, un joven marroquí, de 20 años, residente en Melilla. Los guardias civiles de servicio detectaron que éste no iba solo, sino que en el coche había otras tres personas más: un hombre y una mujer bajo el asiento trasero, concretamente donde se ubica el depósito de combustible, que había sido removido, y otro joven en el salpicadero.
La Guardia Civil les ayudó a salir de los habitáculos. El hombre y la mujer presentaban síntomas de respiración agitada, agotamiento y crisis de ansiedad, de los que se restablecieron tras recibir primeros auxilios. El que estaba en el salpicadero tuvo que ser trasladado a Urgencias porque tenía fuertes dolores en la pierna, aunque su estado es bueno. Todos ellos iban sin documentación y dijeron proceder de Guinea. Tienen entre 19 y 21 años.
Los agentes comprobaron, además, que el coche utilizado tenía placas de matrículas falsificadas. Por ello, el conductor fue detenido no solo por un presunto delito contra los ciudadanos extranjeros, sino también por otro supuesto de falsedad documental. Tras pasar a disposición judicial fue ingresado en prisión provisional.
Otra mujer en el salpicadero
La segunda actuación tuvo lugar al día siguiente, durante el registro a un Citroën C3 que iba ocupado por dos hombres. Los agentes localizaron a un inmigrante escondido en un doble fondo construido tras la guantera del vehículo, lugar donde al tacto se palpó lo que se podía corresponder con una persona. La Guardia Civil tuvo que arrancar todo el salpicadero para poder liberar a la mujer que allí había, que presentaba sudoración extrema, respiración agitada, entumecimiento en las articulaciones y desorientación. Recibió primeros auxilios y no necesitó asistencia médica.
Al igual que los otros tres, dijo proceder también de Guinea y tener unos 20 años de edad.
Los dos ocupantes del coche son un español de 65 años y un marroquí de 45, ambos residentes en Almería. Fueron detenidos y pasaron ayer a disposición judicial como supuestos autores de un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros.
