La delegada hace un llamamiento a la vacunación y percibe en la población “cierta relajación”
La delegada del Gobierno, Sabrina Moh, ha insistido en que la frontera entre Melilla y Marruecos no está cerrada por una cuestión de malas relaciones entre ambos países sino por la crisis sanitaria que se está viviendo por la COVID-19.
“Que se siga trabajando por una buena convivencia es bueno, que las relaciones estén bien es bueno, pero no es menos cierto que tenemos que ir viendo cómo vamos evolucionando en la cuestión sanitaria, que es por lo que la frontera se cerró”, ha recalcado.
La delegada ha explicado que, desde hace meses, se está trabajando en cómo se reabrirá la frontera, una labor de las Delegaciones del Gobierno de Melilla y Ceuta, con los Ministerios de Interior y Exteriores.
Ha explicado que, como la situación epidemiológica va evolucionando, “lo que se planea en un momento determinado puede sufrir modificaciones”.
Con respecto a la frontera, Moh ha explicado que se está llevando a cabo una modernización. En el perímetro se está acometiendo en dos fases, la primera de las cuales ya se ha terminado, con la colocación de nuevos elementos para dificultar el acceso a nuestra ciudad, como los peines invertidos, y con la renovación de toda la fibra óptica, algo vinculado con la frontera inteligente en la que se está trabajando.
“Ya antes del cierre de frontera, instalamos cámaras de reconocimiento facial y seguimos trabajando para seguir avanzado en esa frontera del futuro que queremos”, ha dicho.
Vacunación
La delegada aprovechó su entrevista en la televisión local para hacer un llamamiento a la vacunación porque permite que la sintomatología de las personas contagiadas sea más leve, lo que redunda de manera positiva en la tasa de mortalidad.
Asimismo, pidió “mucha prudencia” porque “parece que hay cierta relajación” entre la población.
También apuntó la posibilidad de apertura de nuevos puntos de vacunación para acercar la campaña a los barrios, utilizando centros educativos y sanitarios.
