Un hombre ha sido acusado por presunto tráfico de droga tras incautarle casi cinco kilos de hachís en la rueda de repuesto de su vehículo cuando pasaba el control del Puerto de Melilla. El acusado niega que supiera de que ese material prohibido estuviera ahí al haber dejado durante dos días el coche en un aparcamiento para irise a Marruecos a la celebración de una boda. Fue el pasado 4 de mayo de este mismo año cuando agentes de la Guardia Civil incautaron casi cinco kilos de droga escondidos en la rueda de repuesto dentro del vehículo. Por todo ello, el hombre propietario del vehículo que se disponía a ir hacía la Península a su lugar de residencia en Vitoria, ha sido acusado por un presunto delito de tráfico de drogas.
El acusado aseguró a preguntas del fiscal durante la vista celebrada este miércoles en el Juzgado de lo Penal número 2, que se quedó "sorprendido" cuando la Guardia Civil se encontró con los estupefacientes en el turismo y que no estaba al tanto de que este material estaba en su coche.
En este sentido, el hombre explicó que se había trasladado a Marruecos durante unos 15 días para la venta de chatarra, oficio al que se dedica desde hace apenas unos meses. A la vuelta del viaje llegando casi a Melilla un amigo le llamó para asistir a una boda, y tras ver la cola que había en la frontera de Beni Enzar decidió buscar un sitio donde aparcar el coche en Melilla e ir en otro tipo de transporte hasta la celebración.
Asimismo, cuando fue a aparcar el vehículo se encontró con un conocido que le advirtió que no lo dejara cercano a la frontera y le acompañó a un parking junto a la zona donde le recomendó dejar el vehículo durante dos días hasta su vuelta de Marruecos depositando llaves y documentación del mismo a los responsables del estacionamiento.
Tras sacar el turismo del aparcamiento e ir hacía el Puerto de Melilla donde iba a coger el barco de vuelta hacía la Península en el control los agentes de la Institución Armada se percataron de que habían casi cinco kilos de hachís en el vehículo.
Afirma que le metieron la droga
La fiscalía, tras la testificación del director del parking, quien asegura que no vio "movimientos raros" durante los días en el que el coche estuvo en el aparcamiento, así como que la cantidad de droga incautada "supera las cantidades para consumo" propio, solicita en su informe unos cuatro años de prisión por un presunto delito de tráfico de drogas.
Por su parte, la letrada de la defensa asegura tras las declaraciones del técnico informático que lleva las grabaciones de seguridad del aparcamiento y que no pudo extraer, que no hay pruebas que puedan descartar que la droga fue puesta en el vehículo por otra persona que no fuera el propietario.
Y plantea que podría haber sido incluso la persona que le recomendó ese aparcamiento. Por todo ello, la letrada solicita la libre absolución del delito de tráfico de drogas.
