El 12 de octubre es el día de todos los españoles, el día de la Fiesta Nacional, algo de lo que deberíamos estar todos orgullosos, independientemente de la ideología de cada uno. Lamentablemente, algunos lo aprovechan como trampolín para justo lo contrario, como es el caso de los independentistas. En Melilla, ciudad que presume de españolidad por los cuatro costados, no entendemos de eso
Como cada 12 de octubre, Madrid acogió ayer con solemnidad los actos de la Fiesta Nacional. Y Melilla, como siempre, estuvo allí representada porque, aunque este año no han participado unidades militares de la Comandancia General de Melilla en el gran desfile militar, allí estuvo entre las autoridades que asistieron el presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, que acudió en representación de todos los melillenses. Además, en las gradas estaba el delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, y para seguir la tradición de todos los años anteriores como diputado melillense, también estuvo siguiendo de cerca el desfile Antonio Gutiérrez. Las cámaras de televisión que retransmitían el acto captaron a Imbroda junto al resto de los presidentes autonómicos saludando al Rey Felipe VI y al resto de la Familia Real al inicio de un acto que no quedó, en absoluto, deslucido pese a la lluvia y los intentos de algunos por no dar la importancia que merece un día como el 12 de octubre.
Porque no todos los presidentes autonómicos acudieron a la cita, dada la ausencia de cinco de ellos (el de Cataluña, Carles Puigdemont; el de País Vasco, Iñigo Urkullu; la de Navarra, Uxue Barkos; el de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig; y el de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, que excusó su ausencia por razones personales. También fue clamorosa la decisión de no asistir de algunos destacados dirigentes políticos, como el líder de Podemos, Pablo Iglesias, y el de Izquierda Unida, Alberto Garzón, pese a que ambos se han presentado a las últimas elecciones generales como candidatos a la presidencia del Gobierno. Una postura que pone en duda el respeto que estos dos dirigentes políticos tienen hacia las instituciones del Estado.
El 12 de octubre es el día de todos los españoles, el día de la Fiesta Nacional, algo de lo que deberíamos estar todos orgullosos, independientemente de la ideología de cada uno. Lamentablemente, algunos lo aprovechan como trampolín para justo lo contrario, como es el caso de los independentistas. En Melilla, ciudad que presume de españolidad por los cuatro costados, no entendemos de eso. Por esta razón, aunque nuestros militares ayer no desfilaran por las calles madrileñas, la presencia de Melilla en el 12-O fue muy importante y simbólica por la lealtad que desde esta tierra siempre se ha expresado al resto del país. Una presencia también muy valorada por quienes, por despiste, aplaudieron a los legionarios y regulares que participaban en el desfile pensando que eran de nuestra ciudad, como se pudo ver en las redes sociales y entre el público que asistió al acto. Este año no lo eran, por la participación rotatoria en el desfile de la Fiesta Nacional, pero como si lo fueran. Felicidades a todos.