El pasado domingo se celebró la festividad del Corpus Christi, fiesta que no tiene su origen pagano, como otras del santoral.
Haciendo un poco historia: Después de 1264, el Papa Urbano IV mandó que todo el mundo católico conmemorara solemnemente la institución de la Eucaristía, el Corpus Christi.
En el Concilio de Vienne de 1311, Clemente V dará las normas para regular el cortejo procesional en el interior de los templos e incluso indicará el lugar que deberán ocupar las autoridades que quisieran añadirse al desfile.
El Concilio de Trento (norte de Italia), que fue inaugurado por el Papa Paulo III en 1545 y clausurado en 1563 por Julio III, es uno de los más importantes de la historia de la Iglesia y trató de neutralizar y rebatir las doctrinas protestantes que se extendían por Europa. Las conclusiones de este trascendental concilio estuvieron encaminadas a potenciar el culto a la Virgen María, a los santos y especialmente a la Eucaristía. Por este motivo, tomó un extraordinario desarrollo la procesión del Corpus Christi, sobre todo en España.
Como ven, es una fiesta estrictamente cristiana y no hay que confundir con otras, es para los creyentes católicos y nada más. Incluso ya en siglo XIV se reguló la participación de personas fuera del ámbito religioso.
Esta festividad no se celebra igual en el mundo católico y no tiene tanta relevancia formal. En España se acogió de forma fervorosa y apasionada, como es la tradición ibérica. Fue el nacionalcatolicismo de la dictadura franquista la que puso la participación obligatoria de autoridades civiles y militares. España era el imperio de los virreyes obispales y los que mandaban sobre nuestras vidas.
Ya estamos situados, ahora veamos qué pasó el domingo pasado. A la misa asistieron los que tenían que asistir, los hombres y mujeres de fe católica, pero no los hombres y mujeres de fe NO católica.
Las autoridades civiles y militares, como manda la tradición franquista. ¿Se imaginan estas mismas autoridades en el rezo en la Explanada de San Lorenzo con motivo del fin del Ramadán? Pues, nacionalcatolicismo puro y duro.
Si se fijan bien en la foto, parece que Imbroda está concentrado, no en el Corpus Christi, sino diciendo: “Padre, aparta de mí este cáliz”. En la misa, juntos; en la procesión, no. El presidente no asistió al recorrido procesional para no aguantar a la sarracena incrédula de la fe cristiana.
La tradición de esta festividad en España tiene diferentes variantes, como en Granada. En la ciudad nazarí se sigue celebrando el jueves por ser fiesta local. La tradición pagana se vive el miércoles anterior con la procesión de La Tarasca. A media mañana de ese día, La Tarasca, un maniquí que se supone viste la ropa que estará de moda en esa temporada, se pasea por toda la ciudad a lomos de un fiero dragón que parece quedar rendido a sus pies. Así el secreto mejor guardado, hasta su salida, es el traje que lucirá ese día La Tarasca. Se puede decir que es el contrapunto pagano a la fiesta religiosa.
Aquí en Melilla, que tenemos muchas fiestas peninsulares, podría establecerse para que hubiese fiesta religiosa y pagana. Creo que el modelo de Tarasca la tenemos representada en la bifronte. Así no habría peleas institucionales. El antecedente de esta posibilidad se vio el domingo con la representación de María y la moda de verano.
La Iglesia Católica podría ser más eficaz y cuidadosa con las imágenes de al lado.
PD.
No vi en estos fastos a la consejera de Cultura, lo mismo que no nos ha informado de tres Consejos de Gobierno celebrados extraordinariamente y urgente el 22 de mayo. En una de esas actas dice: “PUNTO SEGUNDO. PROPUESTA NOMBRAMIENTO COMO DIRECTOR GENERAL DE POLÍTICA EDUCATIVA. El Consejo de Gobierno acuerda DEJAR SOBRE LA MESA, la propuesta presentada por la Consejería de Presidencia, Administraciones Públicas e Igualdad de conformidad con las observaciones realizadas por el secretario del Consejo de Gobierno”.
Los melillenses nos merecemos una explicación de lo que dice el Consejo de Gobierno. La respuesta la ha dado el BOME de ayer, día 5: es el hijo de Simi Chocrón y ha sido posible con el cambio del secretario del Consejo de Gobierno por una secretaria laxa.
2.- Mi solidaridad más auténtica por las quejas de los vecinos del centro, del que formo parte.