Todo el edificio es propiedad de la familia Martínez, muy vinculada a la historia de la ciudad e integrada siempre en su actividad económica. Tanto el edificio como el diseño de la tienda de productos de droguería es obra del arquitecto Enrique Nieto. Todo fue construido en 1914, hace exactamente un siglo.
La tienda siempre se ha dedicado a la misma actividad desde el momento de su apertura, y desde entonces nunca ha dejado de pertenecer a la familia. Todo esto puede cambiar a partir de hoy miércoles, último día de abril, cuando a las ocho de la tarde cese en su actividad centenaria. El cambio del modelo económico de Melilla y la proliferación de comercios del mismo tipo ha modificado todo el panorama del denominado como “comercio tradicional”. Los tiempos actuales exigen una constante evolución, y una necesaria adaptación a cualquier novedad. La gestión económica debe ser impecable para sobrevivir en un mundo tan competitivo, marcado por las normas del voraz mercado del liberalismo.
La historia, el pasado, los trabajadores: no cuentan nada en un mundo así. Es el darwinismo económico, sus implacables leyes y su falta de escrúpulos.
Establecimientos históricos que se fueron
Hay muy poca gente en la ciudad que no haya entrado al menos una vez a comprar aquí. Era la tienda de las cosas imposibles de encontrar en otro lado. Tenía marcas características y ya casi históricas.
Hasta la tarde de este miércoles se puede comprar algún producto, muy rebajado en una tienda que ya resultaba cara, aunque sea al menos por tener un último recuerdo de su existencia.
Los propietarios del comercio, son varios herederos, no tienen decidido qué ocurrirá en el futuro comercial de la droguería, aunque en principio parecen estar decididos a que la futura actividad mantenga las características esenciales del comercio.
Aun así, el dinero no siente nostalgia por nada y en nuestra ciudad ya hemos visto caer y desaparecer lugares emblemáticos, como la cafetería California, o Casa Solís. La lista sería interminable e inútil reproducirla.
La droguería fue fundada por Vicente Martínez Martín, del que el establecimiento lleva el nombre.
PIES DE FOTO:
Báscula y droguería
Caja y administración
Almacén superior y barandilla
Barandilla y techo