Durante la protesta, que se desarrolló con tranquilidad en el monolito de la Constitución, dejaron claro que “cualquier perturbación a cualquier confesión religiosa en nuestra ciudad es considerada como un ataque a los melillenses”
Un grupo numeroso de personas, más de un millar según los organizadores, se ha concentrado este sábado en Melilla al grito de “Todos somos Palestina” e “Israel asesina” en la que, a diferencia de lo que ocurrió en la concentración del pasado 19 de octubre, en esta ocasión no ha habido incidentes frente a templos e instalaciones de judíos melillenses, fuertemente custodiadas por la Policía Nacional.
“¿Qué más tiene que pasar? ¿Cuántos niños más tienen que morir para que se detenga esta masacre?”, se ha preguntado Mohamed Bussian, uno de los promotores de la concentración, que ha querido dejar claro que “los responsables de los crímenes contra la población palestina es el régimen sionista de Israel”. “No lo son los judíos ni ninguna otra comunidad religiosa”, ha subrayado, advirtiendo a los allí presentes que “cualquier perturbación, por mínima que sea, a cualquier confesión religiosa en nuestra ciudad es considerada como un ataque a todos los melillenses”, en referencia al incidente acaecido en la anterior manifestación cuando un pequeño grupo de manifestantes lanzó gritos e improperios frente a la sinagoga principal de la ciudad.
A renglón seguido, Bussian ha advertido también de que “no vamos a permitir que utilicen nuestras instituciones para permitir que alguien que ha justificado la matanza de niños hable de paz en nuestras instituciones.
Dispositivo policial
La concentración, en la que estuvieron presentes miembros de CPM, encabezados por su líder, Mustafa Aberchán, transcurrió con absoluta tranquilidad, con presencia policial y sin incidentes. Al contrario que la semana pasada, la concentración no derivó en manifestación.
Una presencia policial que también fue destacable en la sinagoga principal de la ciudad, con varios agentes uniformados presentes a las puertas del templo judío, e incluso en los aledaños de la Iglesia del Sagrado Corazón.
FOTOS JOSÉ MANUEL GINER Y AMIN MOHAMED
