La Cofradía del Humillado finaliza el triduo con la imposición de unas rediseñadas medallas

Foto de familia de los nuevos hermanos mayores honorarios, nuevos cofrades y camareras de honor
(Autor: Guerrero)

La recoleta parroquia Castrense de la Inmaculada Concepción acogió anoche la finalización del triduo que la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Humillado y María Santísima de la Piedad ha venido celebrando a sus santos titulares, con la imposición de medallas a los nuevos hermanos. En este caso, a los nuevos coroneles llegados a Melilla, así como al comisario jefe de la Jefatura Superior y al coronel de la Guardia Civil. Con este acto la cofradía más joven de la ciudad regresa oficialmente a su templo, tras las obras de rehabilitación realizadas. Andrés Domínguez Catalá, segundo hermano mayor de la Cofradía del Humillado, reconoció ayer a este Diario que ha sido «una alegría retornar al templo de la Castrense, porque a pesar de sus limitaciones y que es pequeña, la cofradía sin parroquia no es cofradía», dijo. El motivo es que el terremoto del 25 de enero pasado les obligó a tener que desalojar la iglesia Castrense y realizar sus salidas procesionales desde el patio del Palacio de la Asamblea, rememorando así sus primeras estaciones de penitencia hace 25 años. Recuerda Catalá el mucho «estrés del año pasado, montando y desmontando en el patio del Ayuntamiento, y la guarda de los enseres ante la inclemencia del tiempo».
Tras los arreglos a los que ha sido sometida la parroquia Castrense, todo vuelve a la normalidad, como se comprobó anoche en la finalización del triduo a los santos titulares de la hermandad más joven de Melilla. Tras la Eucaristía llegó el momento de la imposición de medallas a los nuevos cofrades, que tuvieron ocasión de estrenar el nuevo diseño que ha elaborado el Humillado para este año. La nueva medalla es en tres dimensiones, incluye la leyenda ‘Totus tuus’, el escudo y el hombre de sus titulares.
Anoche fueron nombrados cofrades de honor siete autoridades militares que han llegado destinadas a Melilla, así como el coronel de la Guardia Civil y el comisario de la Jefatura Superior de Policía por ser cuerpos de Seguridad del Estado que en temas religiosos dependen del Arzobispado Castrense. Igualmente se procedió al nombramiento de Camareras de Honor a las presidentas de las tres asociaciones religiosas de los patronazgos de las Armas de Infantería, Caballería y Artillería. También se le impuso la medalla a 12 nuevos cofrades.

Novedades
El segundo hermano mayor manifestó que la Cofradía del Humillado continúa mejorando poco a poco sus enseres. En esta ocasión se ha renovado el estandarte y la vara del bacalao. Estas son las novedades de la hermandad de cara a esta próxima Semana Santa, para la que ya se afanan con su seriedad y responsabilidad de siempre, para que las salidas procesionales se puedan llevar a cabo con la sobriedad y elegancia habituales. «Es época de preparativos y de nervios para que todo esté listo. El lunes empezamos ya el reparto de túnicas y lo que esperamos es que la gente siga colaborando con nosotros porque ilusión por salir a la calle no nos falta», dijo.
Sin duda la Semana Santa de este 2017 será a todas luces muy diferente para la Cofradía del Humillado, que además de regresar a su templo, contará con el comandante general, Fernando Gutiérrez Díaz de Otazu como la persona encargada de proclamar el pregón del desagravio a las puertas de la Castrense el Martes Santo. «Al comandante general le queda poco tiempo de estancia en Melilla y como es un hombre de iglesia y por su condición de militar, muy unido a la Castrense, le propusimos que hiciera el desagravio y lo aceptó encantado», manifestó.

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Jesús Andújar

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