Dichos profesionales, al igual que los 25 técnicos cuidadores, empezarán a trabajar desde este martes en sus respectivos centros. – El coste del convenio suscrito entre la Ciudad y el Ministerio para la contratación de los mismos se eleva a más de 1,6 millones
Este lunes por la mañana se han asignado los respectivos centros educativos en los que trabajarán a partir de este martes las 75 técnicos de Educación Infantil y los 25 técnicos en atención a personas en situación de dependencia tras el convenio suscrito entre la Consejería de Educación de la Ciudad Autónoma de Melilla y la Dirección Provincial de Educación, el primero por más de 1,6 millones, y el de cuidadores por 642.236 euros, financiados íntegramente por el Ejecutivo melillense.
En rueda de prensa, el consejero de Educación, Miguel Ángel Fernández, ha puesto en valor que este convenio se haya puesto en marcha coincidiendo con el inicio del nuevo curso escolar en Melilla, que ha comenzado este lunes 9 de septiembre.
“La necesidad es ahora”, ha resaltado Fernández, que ha deseado a las 75 técnicos “todo el ánimo del mundo” en esta nueva etapa escolar, resaltando que la labor de estas profesionales educativas se ha vuelto “fundamental” en los últimos años, con “un apoyo real” hacia los docentes teniendo en cuenta que ha aumentado en Melilla el número de alumnos con diferentes trastornos, “fundamentalmente de espectro autista (TEA)”.
Por lo tanto, ha subrayado que la ayuda de los técnicos de Educación Infantil se ha vuelto “mucho más necesaria” en los últimos años.
Por último, el consejero ha pedido a dichas profesionales el “máximo compromiso” en su labor para evitar que las bajas por enfermedad u otro motivo sean “las menos posibles”, ya que ha dejado claro que las ausencias de dichas profesionales en los centros educativos “se nota” porque se han convertido en actores “fundamentales en el día a día de las clases de los colegios de tres añitos”.
Funciones
El director provincial de Educación, Juan Ángel Berbel, ha explicado por su parte que este convenio, cuya financiación corre a cargo del Gobierno de Melilla, nació en el año 2015 con el objetivo de reducir las altas ratios que existían en los distintos centros educativos de Melilla hasta que, en los últimos años, ese objetivo se ha centrado en la atención a los niños con necesidades especiales, tal y como ha explicado el consejero de Educación.
Berbel ha explicado que, entre las distintas funciones que desarrollan dichas profesionales, destacan la planificación de actividades educativas en atención a las necesidades básicas, programación de intervenciones para la adquisición de hábitos de autonomía personal en la infancia o la manipulación higiénica de los alimentos.