El vicepresidente primero del Gobierno de Melilla Miguel Marín ha reivindicado este martes durante la celebración de unas jornadas en la UNED la necesidad de abordar una reforma del Estatuto de Autonomía de la Ciudad Autónoma para avanzar en el desarrollo socioeconómico de la localidad norteafricana en el 30º aniversario de la norma.
En atención a los medios, Marín ha lamentado que, mientras que las distintas comunidades autónomas han mejorado su respectivos estatutos, Melilla ha ido “para atrás” en este aspecto en los últimos 30 años, poniendo como ejemplo la sentencia del Tribunal Supremo de 2019 que limita la capacidad de autogestión del Gobierno melillense, y que provoca “una inseguridad jurídica importante”, así como “un hecho injusto”.
“Esta sentencia del Tribunal Supremo nos quita competencias dentro del propio Estatuto y nos lleva a asimilarnos a un ente local más que a una comunidad autónoma”, ha afirmado, pidiendo que esa reforma estatutaria recoja de una forma “clara y nítida” cuestiones como un mayor asunción de competencias en materias como educación o sanidad.
Ha defendido que Melilla es una entidad administrativa similar al resto de comunidades autónomas porque cuenta con presidente autonómico, asamblea, consejo de gobierno, nombramiento regio, iniciativa legislativa y participa “con voz y voto” en la Conferencia de Presidentes y en otros consejos.
“Callada por respuesta”
Ha apostado porque este tipo de reforma estatutaria se lleve a cabo con el consenso de PP y PSOE, pero lamenta que, hace unos años, éste último partido diera “la callada por respuesta” en este asunto porque “estaban dedicados a otras cosas”.
Como “ejemplo anecdótico”, el número dos del Ejecutivo melillense ha manifestado su rechazo a la quita de deuda autonómica porque la considera “injusta e insolidaria” y lo ve como “un regalo a los partidos independentistas para que Sánchez se mantenga en el sillón de Moncloa”.
“Ampliar las posibilidades”
En las jornadas también ha participado el director de UNED Ceuta Carlos Rontomé, quien ha hecho un balance positivo de los treinta años del Estatuto de Autonomía de Melilla y considera que existen posibilidades de reformarlo y “ampliar sus posibilidades” de la mano de la ciudad hermana.
“Hasta la fecha ha habido una gran colaboración entre ambas ciudades y creo que esa es la vía, la de ir juntos con respecto al conjunto del Estado y con respecto a Europa”, ha señalado.
Por su parte, Luisma Rincón, presidente de la UD Melilla y ceo del Grupo Lúcaro, también pide mejoras en autogobierno y tener “más libertad para poder decidir en muchas realidades que dependen del Gobierno central”, sin descartar incluso la conversión en comunidad autónoma, un asunto que “siempre está encima de la mesa”.
