Además, colocarán una escultura en la Plaza de Armas para recordar a la Melilla fenicia y romana. – Los restos hallados, tales como ánforas, recipientes y muros, están datados en los siglos II y I a.C.
La Ciudad Autónoma de Melilla musealizará y pondrá en valor los restos arqueológicos hallados en el patio de la antigua Casa del Gobernador, en Melilla La Vieja, y que datan de los siglos II y I a.C., en tiempos de Fenicia y de la antigua Roma.
Como homenaje a esa Melilla “antigua”, la Ciudad Autónoma colocará una escultura en la Plaza de Armas para recordar esta parte de la historia tan importante de la historia de la localidad norteafricana. “Aquí se acuñaron monedas en tiempos de (el emperador romano) Claudio”, ha asegurado el presidente melillense Juan José Imbroda, quien no ha ocultado su asombro ante tales descubrimientos. Confía en que puedan inaugurar dicha escultura a final de año.
“(Melilla) es una ciudad que tiene más de 2.000 años”, ha aseverado. “Muchas veces hablamos de Cádiz, pero Melilla es muy antigua”, sostiene, reconociendo que este tema le “apasiona”.
Trabajos arqueológicos
El director de los trabajos arqueológicos, Gregorio Marcos, ha afirmado que están planteando realizar alguna “jornada de apertura” al público para que contemplan este yacimiento arqueológico siempre que “el área de contención esté lo suficientemente limpia”, ya que explica que ha habido que retirar mucha vegetación “y toda la tierra caída de los perfiles”.
Historia
Marcos ha fechado los restos hallados entre los siglos II y I a.C., en época fenicia.
Ha explicado que los restos de muros desenterrados probablemente formaban parte de un antiguo establecimiento comercial ubicado en una ensenada “bastante bien protegida al sur con el entorno de la antigua desembocadura del Río de Oro y de la Mar Chica”. Una zona de aguada en la que los barcos pueden atracar y comerciar con la gente de las zona y reenviar productos a otros puertos cercanos.
Otra explicación apunta a la elaboración de salsas de pescados tan célebres en la antigua Roma como el garum o pescados en salazones en una localización ideal para la actividad pesquera. “Era un punto de salto comercial, pero posiblemente ellos también generaban una producción local más pesquera que podía ser objeto de comercio”, apunta.
“Estamos encontrando ánforas en cantidades industriales. Por algo será”, ha dicho.