Una de las mayores preocupaciones de la Cooperativa Ómnibus de Autobuses (COA) es que si el servicio de transporte urbano de Melilla sale a concurso para su adjudicación, pueda perder un contrato que ha estado en sus manos desde 1951 por un posible interés de compañías foráneas de expandir su área de negocio en nuestra ciudad. Eso podría suponer el final de una empresa local de más antigüedad de la que viven decenas de familias melillenses. Para evitar que eso pueda suceder, la Ciudad Autónoma está buscando fórmulas que permitan declarar el transporte urbano como un servicio público adjudicado de manera inamovible a una misma empresa, algo que el presidente Juan José Imbroda reconoció que no es fácil jurídicamente hablando. En declaraciones a los periodistas, Imbroda explicó que los servicios jurídicos de la Ciudad Autónoma están analizando un planteamiento para ver cómo se podría considerar el servicio de transporte urbano como una obligación de servicio público formal de la Ciudad Autónoma. “Hay que buscar unos caminos de Derecho difíciles, pero se está en ello”, apuntó el dirigente melillense, que dentro de dos semanas se reunirá con responsables de la COA para “ver cómo buscamos una solución para que no venga nadie de fuera a quitarle el pan a los que están aquí”.
Imbroda dejó claro que ese hipotético escenario es algo que él no desea, ni tampoco nadie de su Gobierno. Por eso puntualizó que sentarse con la empresa “con ánimo constructivo” no tiene como fin llegar a un acuerdo, puesto que ambas partes coinciden en ese deseo y lo que hace falta ahora es ver cómo se puede materializar legalmente para cerrar las puertas a empresas de fuera para cubrir este servicio. El objetivo, por lo tanto, es “afianzar el servicio de la COA, que no tengan desequilibrio económico anual, que se pueda cubrir y se preste un buen servicio a los ciudadanos”.
La subvención
Mientras se llega a esa solución, lo que está haciendo la Ciudad Autónoma es subvencionar a la COA, como ha ocurrido en la última década, en la que la empresa transportista ha recibido más de 5 millones de euros para ayudarle a prestar el servicio con una mejor calidad para los ciudadanos. Este año le corresponden otros 500.000 euros, al igual que en 2014, los cuales serán abonados la semana que viene, una vez que los servicios técnicos de la Ciudad Autónoma analicen la justificación de gastos de la empresa correspondiente al año pasado.
El presidente de la Ciudad Autónoma recordó que no ha sido posible hacerlo antes porque la COA no presentó hasta el miércoles los documentos necesarios. Ahora que ya lo ha hecho, el compromiso de Imbroda es que la semana que viene la empresa de autobús reciba ese medio millón de euros de subvención, así como las facturas pendientes, que suman alrededor de 200.000 euros.
Imbroda dejó claro que el problema que se ha dado en los últimos días no ha sido político, sino administrativo, y reiteró su voluntad y la de su Gobierno de “apoyar a la COA como empresa local”. Además, consideró que el anuncio de parón a partir del 1 de mayo “no tenía sentido” porque las dos partes estaban “en la misma sintonía”, y opinó que “los desencuentros” que se han dado podrían haber sido causados por “un aprovechamiento por parte de algunos listillos que políticamente querrían sacar tajada de esto”.
