El Gobierno de Melilla mostró ayer su esperanza y deseo de que la Unión Europea “de una vez por todas se implique en lo que es su problema”, ya que las fronteras de las dos ciudades autónomas en el Norte de África “son fronteras europeas y parece ser que no va con ellos”. El vicepresidente primero del Ejecutivo melillense, Miguel Marín, lamentó la actitud que están teniendo los responsables europeos, ya que por sus declaraciones públicas en cuanto al problema de la inmigración “parece que esto les queda lejos”.
“Les decimos que más bien al contrario, es una responsabilidad de la UE y de las instituciones europeas”, dejó claro Marín antes de añadir que “si hasta el día de hoy no ha hecho nada, que enmienden lo que han dejado de hacer durante todos estos años y se pongan a trabajar por solucionar un problema tan grave como es la inmigración”.
Lamentó que hasta ahora, este problema lo están padeciendo los melillenses y los ceutíes, además del resto de España, a pesar de que en realidad “es un problema responsabilidad de la UE y que deben atajar” independientemente de si se les pide ayuda. En este sentido, dijo que las declaraciones de algunos dirigentes europeos “parecen una broma de mal gusto” porque “cuando hay un problema, hay que resolverlo independientemente de que te lo pidan por escrito, por correo electrónico o a través de los medios de comunicación”.
Marín subrayó que los responsables europeos han tenido oportunidad de ver a través de la prensa internacional que “existe un problema”, de modo que no puede alegar que “nadie lo ha pedido formalmente” porque “eso es ridículo” e impropio de un gobierno serio, que “debe arreglar los problemas de los ciudadanos”. Por ello, reclamó a los responsables europeos que “dejen de marear la perdiz y se pongan a trabajar, que es lo que deberían haber hecho hace años y no lo hicieron”.