La plantilla de Televisión Melilla ha abandonado el inmueble de la calle Miguel Zazo. Según ha señalado el vicepresidente del Gobierno, Manuel Ángel Quevedo, desde la Consejería de Fomento defienden que el edificio se encuentra en buen estado, aunque ha apuntado que la decisión de los trabajadores está motivada por un “miedo lógico”. El número uno de Ciudadanos, Eduardo de Castro, también ha aplaudido la medida tomada por el canal de televisión. El vicepresidente del Gobierno, Manuel A. Quevedo, se pronunció acerca del desalojo de la plantilla de Televisión Melilla del edificio del Conservatorio de Música, motivado por la inseguridad de los trabajadores ante el estado en el que ha quedado el inmueble tras los terremotos y las múltiples réplicas posteriores. “El conocimiento que tenemos desde la consejería de Fomento es de que el edificio no tiene ningún peligro”, declaró. Aún así, defendió que desde el gobierno se comprende la postura del equipo de televisión, ya que entienden que existe “un miedo lógico”.
El diputado de Ciudadanos, Eduardo de Castro, también mostró su apoyo a la plantilla de Televisión Melilla: “Creo que los trabajadores han hecho bien en no volver a entrar”. “Yo visité el edificio no hace mucho y ya estaba apuntalado en vertical”, comentó al respecto, además de señalar la posibilidad de que los seísmos más recientes hayan podido afectar al inmueble de la calle Miguel Zazo. “Yo no soy técnico, evidentemente”, dijo, “pero entiendo que la medida se ha tomado por precaución”. En esta línea, señaló que los trabajadores del canal televisivo “tienen derecho a salvaguardarse de cualquier peligro que esté latente”.
La compatibilidad del vicepresidente
Eduardo de Castro (Ciudadanos) también se refirió en el acto conmemorativo del Levantamiento del Sitio a la cuestión de la posible incompatibilidad del vicepresidente Quevedo, tal y como apuntó CpM. Según declaró el de la formación naranja melillense, cree que existe “una pequeña laguna” en la legislación a la que “se está agarrando CpM”. Por su parte, resumió que se hay que abordar “cuestiones muy técnicas” y que tanto el gobierno como los cepemistas pueden “tener razón”.
