El consejero de Medio Ambiente y Naturaleza, Daniel Ventura, ha reconocido que la tragedia provocada por la DANA en Valencia también les ha motivado a mejorar el estado del río “a la mayor celeridad posible”
Horas después de que la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) afirmara que no es la autoridad competente en el mantenimiento y conservación de los cauces del Río de Oro, la Consejería de Medio Ambiente y Naturaleza ha iniciado este martes los trabajos de desbrozamiento y limpieza del río para que, en el hipotético caso en el que se dé una riada fuerte, el agua transcurra sin problemas y no se desborde.
En atención a los medios, el titular del área, Daniel Ventura, ha esgrimido que, durante todos estos años, han pensado que era el organismo dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica el que tenía que hacerse cargo de dicho mantenimiento porque dice que la CHG ha estado firmando protocolos con la Ciudad Autónoma para hacer una parte de la renaturalización del río y algunos senderos.
Así, anuncia que hace unos meses firmaron con el organismo otro protocolo para acometer la segunda fase de dicha tarea.
Estado del río
Aun así, el máximo responsable de Medio Ambiente ha admitido que la tragedia provocada por la DANA en Valencia les ha motivado a actuar “a la mayor celeridad posible” para mejorar el estado del río.
Ha explicado que se actuará en un área de aproximadamente 400 metros donde eliminarán especies vegetales como el carambuco, el cañaveral invasor, el eucalipto y palmeras que han empezado a crecer en el río.
En resumen, defiende que hay que hacer un desbrozamiento y limpieza de todo el río que durará en torno a dos o tres meses de trabajo con maquinaria pesada.
Estos trabajos también persiguen evitar futuros incendios con la vegetación del río como fuente de alimentación, así como para evitar inundaciones o desbordamientos del río ante una fuerte riada.
A preguntas de los periodistas, Ventura ha asegurado que “se van a limpiar todas las zonas”, sobre todo los ojos de puente para evitar hipotéticos taponamientos ante inundaciones.
“Aquí prima la seguridad de los seres humanos y tenemos que hacer lo suficiente para que el río esté libre de residuos, de especies invasoras y hacer un poco el camino para que el agua pueda pasar con facilidad, pero respetando en la medida de lo posible el cauce natural”, ha afirmado.