El Gobierno local apuesta por llevar a cabo primero el proyecto de ampliación del puerto comercial y después, sobre esa base, estudiar la conveniencia o no de que nuestra ciudad entre en la Unión Aduanera. Esta medida la viene reivindicando desde hace un tiempo el PSOE, pero a juicio del presidente melillense, Juan José Imbroda, es tan “delicada” que requiere actuar “con prudencia” y consultando a los sectores implicados. A preguntas de los periodistas, Imbroda defendió esta postura porque la ampliación del puerto permitiría “tener una base con la que poder contar para poder hacer muchas más cosas”, y sería una base logística de mercancía como zona franca para poder exportar a Europa.
El presidente melillense puntualizó que no se cierra en banda a debatir la conveniencia o no de que Melilla entre en la Unión Aduanera, pero dejó claro que tendría que ser un proyecto de ciudad que contara con la participación de todos los agentes sociales, ya que se trata de decisiones “muy prudentes que tienen que estar muy estudiadas”.
De hecho, recordó que no es la primera vez que se habla de esta posibilidad y la Ciudad Autónoma ha elaborado informes al respecto. Sin embargo, debido al gran calado que tendría esta medida, Melilla no se puede “tirar a la piscina”, teniendo en cuenta además que su “frágil economía” podría “reventar” si no se dan los pasos adecuados.
El caso de Canarias
Así, respondió a quienes establecen similitudes entre los casos de Melilla y Canarias que en nuestra ciudad no hay producción industrial “ni la va a haber”, a diferencia de lo que ocurre en el archipiélago canario con la agricultura. “La producción industrial en Melilla es inviable, no podemos, no cabemos y sería muy poca cosa”, insistió Imbroda al señalar que en Canarias sí la tienen con las plantaciones de plátanos y tomates, por lo que le conviene entrar en la Unión Aduanera para poder vender esos productos a mejor precio a otros países.
Además, hizo hincapié en otra diferencia, y es que Melilla cuenta con una serie de bonificaciones y ventajas fiscales que no hay en Canarias y que en el caso de Melilla habría que negociar en caso si entrara en la Unión Aduanera, como son las bonificaciones en el IRPF y a la Seguridad Social. Imbroda recordó asimismo que este tipo de cuestiones dependen al final de una negociación con Bruselas, que es “la que va a marcar las diferencias”.
Imbroda afirmó que no está en contra de que se constituyan las mesas de debate que sean necesarias, a pesar de que “por principios” está en contra de “hacer mesas porque sí”. No obstante, en este tipo de asuntos “siempre hay que consultar a todos los sectores implicados” y adoptarlos como “un proyecto de ciudad” con la participación de todos los agentes sociales.
