La cercanía de la feria dispara a 230 el número de menores extranjeros acogidos en Purísima

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En menos de tres semanas el número de menores extranjeros acogidos en el Centro de la Purísima ha pasado de 198 a 230. Así lo confirmó a este diario el consejero de Bienestar Social, Daniel Ventura, que considera que el repunte se debe a la cercanía de la feria y a que muchos de estos jóvenes intentarán viajar a la península como polizones ocultándose en las atracciones feriales. Este es uno de los asuntos que se espera tratar en la reunión prevista, en principio, para hoy jueves en Delegación del Gobierno de la Junta Local de Seguridad, donde establecer el dispositivo de seguridad que funcionará a lo largo de los nueve días de fiestas. "Ya se empieza a ver a más menores extranjeros no acompañados (MENAS) por la ciudad ahora que se acerca la celebración de la feria", indicó el consejero de Bienestar Social, que teme que muchos de estos jóvenes estén llegando a la ciudad con la idea preconcebida de querer embarcar como polizones y llegar a la península donde, además de poner su vida en peligro en esta operación, encontrarse una vez en suelo peninsular, "que allí no van a estar mejor que aquí".

En las últimas dos semanas, como constatación de esta previsión del consejero, se ha producido un repunte en el número de menores extranjeros acogidos, que ha pasado en el centro Purísima de 198 a 230 residentes, según informó.

La salida de Melilla es la causa, indicó, de que buena parte de los jóvenes y adolescentes marroquíes que llegan a la ciudad "se nieguen a cumplir las normas y a permanecer en los centros de acogida". El control de los MENAS durante los días de feria, será precisamente uno de los asuntos que se incluirán en la reunión prevista en principio para hoy jueves en Delegación del Gobierno para hablar del dispositivo de seguridad para la feria, según adelantó el consejero.

Cambios legislación
Manifestó Daniel Ventura que una vez vuelva la normalidad a la Consejería, tras el cambio de responsable y la reestructuración que se está llevando a cabo, se elaborarán nuevos reglamentos en base a los cambios introducidos en la Ley de Protección Jurídica del Menor, que por primera vez incluye la potestad a la administración acogedora, poder incluir algún sistema de tipo disciplinario en el funcionamiento de los centros de acogida. "No hablamos de que se pueda retener a los menores en los centros, porque no son centros de reforma, sino centros de régimen abierto, pero sí que si incumplen las normas, podamos contar con algún tipo de herramientas para poder intervenir. Esto, en la anterior legislación no era posible", dijo.

La idea es que el incumplimiento de las normas lleve consigo unas consecuencias. "Es como cuando nuestros hijos se comportan mal, como padres, podemos castigarlos de alguna forma, nunca de forma física, pero sí por ejemplo que no salga a la calle. Pero la Ley hasta ahora nos impedía poder adoptar cualquier tipo de decisión al respecto, y esto ahora se ha modificado con la ley. Vamos a elaborar un reglamento que nos permita disponer de herramientas para intervenir".

MENAS
Afirmó Daniel Ventura que por las características de los MENAS acogidos, en su mayoría niños de la calle, precisan "de una gran intervención por parte de los monitores, porque hay que reeducarles, que comprendan por ejemplo que hay que cumplir las normas, para así cambiar su estilo de vida y lograr su integración". Dijo que la mayoría de los menores extranjeros no acompañados acogidos buscan integrarse y que, con el apoyo necesario, la inmensa mayoría lo logra. Por ejemplo habló de un joven tutelado "que es un artista fenomenal, un gran pintor y con el apoyo de todos podrá salir adelante y eso es lo que queremos tanto para él como para el resto".

Pero frente a estos, se encuentran los que no quieren quedarse, los que buscan llegar a la península. "Muchos logran entrar a Melilla aprovechándose de los barullos que se forman en los puestos fronterizos y esto hay que intentar controlarlo", afirmó. Estos jóvenes que deambulan por las calles y que no quieren estar en los centros de acogida "son pocos, no son cien, ni doscientos, sino un grupo pequeño que es el que hace más ruido". Estos jóvenes, señaló, consumen sustancias estupefacientes, "son adictos a esnifar pegamento y algunos incluso cometen pequeños delitos". "Todo esto es preocupante y se intenta atajar de la mejor manera posible", indicó el responsable de Bienestar Social.

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Jesús Andújar

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