Hacer del lugar de trabajo un espacio en el que los compañeros se conviertan en amigos, no es nada sencillo. De esta forma el trabajo es más productivo, se mejora el trato interpersonal y todo el mundo se beneficia. Si en este caso el buen rollo se da en la Residencia de Mayores, donde los usuarios son la única y fundamental preocupación, el que se sientan atendidos, cuidados y sobre todo, queridos, resulta doblemente gratificante. Todo eso es lo que trasmiten los trabajadores de la tercera planta del centro, en esta foto navideña.