Director: Jordan Vogt-Roberts. Intérpretes: Tom Hiddleston, Samuel L. Jackson, Brie Larson
En 1933, el mundo quedó sorprendido con la película «King Kong», dirigida por Merian C. Cooper y Ernest B. Schoedsack. La historia giraba en torno a un director de cine y la actriz que contrata para su nueva película, que viajan a Indonesia, país donde el director quería realizar su película. Allí, en una isla desconocida, encuentran a Kong, un gorila gigante al que consiguen capturar y llevar a Nueva York.
La película se nutría de historias literarias de aventuras sobre mundos perdidos y, especialmente, de la novela de Sir Arthur Conan Doyle «El mundo perdido» (1912), ya adaptada al cine en 1928, y de la de Edgar Rice Burroughs «La tierra olvidada por el tiempo» (1918). El estreno de «King Kong» fue un éxito de taquilla y tuvo un gran impacto en la cultura popular de la década de 1930.
En 1991, la película fue considerada «cultural, histórica y estéticamente significativa» por la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos y seleccionada para su preservación en el National Film Registry. Desde 1998, ha ocupado varios puestos en la lista AFI’s 100 Years… 100 Movies, del American Film Institute. En 2004, la revista Empire la clasificó como la mejor película de monstruos de todos los tiempos. Ese mismo año, la revista Total Film clasificó la escena final de «King Kong» en el Empire State Building, en el tercer puesto del listado de «Mejores escenas de muerte». La revista Time la incluyó en un listado de las «100 mejores películas de todos los tiempos».
En 2005, se estrenó «King Kong», dirigida por Peter Jackson, adaptación de la de 1933, con escasa variación sobre la historia original. Fue nominada al Oscar en cuatro categorías y ganó el de Mejor Sonido, Mejores Efectos Visuales y Mejor Edición de Sonido. También fue nominada al Globo de Oro en Mejor Banda Sonora Original y a los BAFTA en Mejor Sonido, Mejor Diseño de Producción y Mejores Efectos Visuales.
Ahora, los productores de «Godzilla» han reinventado la historia de este legendario monstruo, ofreciéndonos una nueva aventura.
Los hechos que narra Kong: La Isla Calavera se sitúan en 1973. Estados Unisoa ha perdido una guerra y las viejas creencias están cambiando. La NASA lanza un satélite para fotografiar el globo desde el espacio. El Landsat 1 localiza una perturbación geotérmica en el Pacífico Sur. Para la NASA, esta isla con forma de calavera, no es más que otra superficie de masa continental famosa por la cantidad de barcos y aviones desaparecidos en sus proximidades.
Solo Bill Randa (John Goodman), veterano del programa de operaciones Monarch, sospecha lo que ha estado oculto durante milenios. Randa lleva 30 años buscando la Isla Calavera. Forma un equipo con objeto de buscar elementos extraños o cualquier recurso que puedan hallar en el subsuelo: El geólogo Houston Brooks (Corey Hawkins) y la bióloga San (Jing Tian). Para desplazarse, Randa contrata al capitán James Conrad (Tom Hiddleston), antiguo oficial de operaciones encubiertas del SAS. Al grupo se une la fotoperiodista Mason Weaver (Brie Larson).
El equipo Landsat descubre que su misión de cartografiar la masa continental del Pacífico Sur se ha convertido en la prioridad, le han asignado un equipo de apoyo militar: el teniente coronel Preston Packard (Samuel L. Jackson), orgulloso soldado de la guerra de Vietnam, y su experimentado equipo, los Sky Devils (Diablos del cielo). La incursión humana a la Isla Calavera ha comenzado y allí se toparán con su poderoso guardián, que derriba todos los helicópteros y mata a la mayoría de los hombres de Packard, convirtiéndose en su enemigo a abatir. Weaver, que no persigue la ciencia ni el control, es la primera en verse las caras con Kong y en comprender el alcance de lo que han desencadenado sin saberlo.
Jordan Vogt-Roberts debutó en la dirección cinematográfica con el cortometraje «Successful Alcoholics», estrenado en Sundance en 2010. Su primer largometraje, «Los reyes del verano», también fue presentado en el Festival de Cine de Sundance de 2013. Al año siguiente, Vogt-Roberts volvió a Sundance como productor y director con la comedia de Nick Offerman «Nick Offerman: American Ham».
En televisión e internet, Vogt-Roberts creó y dirigió la serie de Comedy Central «Mash Up» (2011) y dirigió el piloto de «Eres lo peor», de Stephen Falk. Vogt-Roberts también crea contenidos web y comerciales para la agencia RSA, de Ridley Scott. Su trabajo previo en contenido web junto a cómicos como Thomas Middleditch, Kumail Nanjiani, Hannibal Buress y Pete Holmes le ayudó a sentar las bases para sus labores actuales de creación de contenido online y modelos de distribución. En la actualidad, Vogt-Roberts está dirigiendo la adaptación del videojuego «Metal Gear Solid». En su tiempo libre, ayuda a la ONG Detroit Creativity Project, que ofrece formación gratuita en improvisación en los colegios públicos de la ciudad.
El guiín de Kong: La Isla Calavera lo han escrito Dan Gilroy, Max Borenstein y Derek Connolly, basado en una historia de John Gatins.
La mayor parte del rodaje de Kong: La Isla Calavera se ha efectuado en Vietnam: Yen Phu, Tu Lan y el mirador de Phon Nha; en Ninh Binh y en el río Tam Coc, Trang An, y la reserva de Van Long y la Bahía de Ha-Long. Otras localizaciones son la isla hawaiana de Oahu: Kualoa Ranch y el Waikane Valley’s Ohulehule Forest Conservancy. El antro de Saigón en el que aparece Conrad, se creó en el distrito de Chinatown de Oahu. También se rodó en Australia, en varios puntos de su Costa Dorada: Tamborine Mountain, Tallebudgera Valley y Paperbark Forest; las dunas de South Stradbroke Island se utilizaron para la primera secuencia del film. El casco oxidado del SS Wanderer se construyó en plató. El equipo de efectos especiales, dirigido por Mike Meinardus, contribuyó notablemente al crear explosiones, similares a las de un volcán, en el cementerio y dotar a esta localización de una bruma espesa y amarillenta que rezuma del suelo. También dirigió la construcción de un lago artificial que, posteriormente, se aumentó digitalmente.
Pero, sin duda, el mayor reto ha sido la creación de un nuevo King Kong, imagen que asombró y cautivó a millones de cinéfilos de todo el mundo, que agotó las entradas en el momento álgido de la Gran Depresión y ha batido récords a lo largo de numerosos reestrenos y transmisiones televisivas, que supuso un hito en la historia del cine de monstruos, que se ha reeditado y parodiado y ha dado lugar a sagas en todos los formatos, se ha integrado en la cultura pop y ha inspirado videojuegos, letras de hip hop o tesis universitarias, y para diseñar muñecos, maquetas, juguetes y juegos.
Dar vida a Kong con el mayor realismo posible, ha exigido la participación de un amplio equipo de talentos creativos en los campos de efectos visuales y animación, además de especialistas en arte conceptual, sonido y diseño. Todos ellos unificados bajo la visión que Vogt-Roberts tenían del personaje y su lema «piensa de forma original».
Stephen Rosenbaum y Jeff White, directores de Industrial Light & Magic, han supervisado los efectos visuales. Su trabajo duró año y medio, ocho meses se dedicaron al diseño de esta mítica figura. Su tarea principal consistió en conseguir que fuera un poderoso antihéroe para que empatizara con el público. Vogt-Roberts dio luz verde al proceso, solamente pidió que evocara la esencia del clásico de 1933 y conservara su misticismo cultural y la sensación de monstruo clásico. ILM ha incorporado las exageradas proporciones del hocico de Kong, en una cabeza pequeña de enorme frente, le han dado un tono anaranjado y pardo más vívido y, por último, le han iluminado con una intensa luz lateral que resalta la profundidad de sus rasgos.
El descomunal tamaño de Kong, 30 metros de altura, fue el motivo para que Vogt-Roberts decidiera crear la mayor parte del personaje mediante la animación de fotogramas de referencia clave tradicionales, con los que trabajó el supervisor de animación de ILM Scott Benza, en lugar de utilizar unos parámetros de referencia con un actor determinado. Por otro lado, se llevó a cabo una sesión de captura facial con Toby Kebbell, que interpreta al comandante Jack Chapman, y una sesión de captura de movimientos con Terry Notary, que ha participado en películas como «El amanecer del planeta de los simios » o la trilogía de «El Hobbit». Cuando se completó la animación, ILM desarrolló la estructura ósea y muscular de Kong para después simular los movimientos de los músculos bajo la piel y crear la reacción del vello a cada movimiento. Se dedicó un año entero a dibujar a mano, dar forma y esculpir los 19 millones de pelos que recubren el cuerpo de Kong. El reto de simulación de agua se disparó de forma exponencial, el agua es digital y se rige por las leyes de la física, pero Kong golpea el agua con la mano a 70 u 80 kilómetros por hora. Se crearon trucos para que se viera la cara de Kong y que el agua respetase las leyes de la física.
El diseño de sonido fue otro de los elementos clave a la hora de dar vida a Kong. Se probaron varias técnicas para crear el rugido de Kong y todo un universo de sonidos. En el National Zoological Park en Washington, D.C. y el Disney’s Animal Kingdom en Orlando, Florida, se grabaron los rugidos de los leones. Para el Kong de 1933, Murray Spivak utilizó el rugido de un león y un tigre reproducido al revés, también empleó sonidos de gorilas y monos, que mezcló y combinó para crear capas de sonido adicionales. No hay ninguna criatura en la naturaleza que pueda emitir sonidos con la misma intensidad de decibelios que Kong. Para capturarlo por completo, el equipo de sonido diseñó un sistema especial de playback, consistente en varios sistemas de altavoces y realizaron un proceso que llamaron worldizing (mundializar) en el que reproducían los bramidos y rugidos de Kong a través de un sistema 5.1 para conseguir que la reverberación y el eco fueran naturales.
Kong: La Isla de la Calavera, película de aventuras que incluye al famoso gorila (¿para evitarse el trabajo de crear un ser prehistórico nuevo?), ideal para pasar una tarde entretenida.
