Ahora que tanto se habla de isletas y rotondas, los vecinos de la calle Madrid, en las viviendas Rusadir, se quejan del estado que ofrece una isleta “prácticamente abandonada, -dicen-, y sobre todo desde que se ha cerrado el bar que se encontraba al lado. Durante el verano parece un basurero donde se arrojan todo tipo de vertidos y el olor que entra por las ventanas abiertas es muy desagradable”. También se quejan de la desastrosa situación de la acera que se encuentra en el lateral del Hotel Ánfora, porque es un peligro para los viandantes.