La senadora del PP acusa a ambas formaciones de intentar bloquear una Proposición de Ley (PL) para mejorar la atención que se presta a las víctimas, algo que resuelta “fundamental teniendo en cuenta la saturación de los juzgados”
La senadora del PP por Melilla, Isabel Moreno, ha condenado que el PSOE y Vox se hayan opuesto a una Proposición de Ley (PL) que tenía por objetivo proteger a las víctimas de la violencia de género, aunque dice que ha salido adelante gracias a la mayoría que ostenta el PP en el Senado.
Moreno tilda de “incomprensible, irresponsable y profundamente sectaria” la actitud de ambas formaciones políticas y ha señalado que la PL presentada por el PP “no era una propuesta ideológica, sino una iniciativa técnica, urgente y absolutamente necesaria” para responder a una realidad “evidente y alarmante” como es el colapso de los juzgados especializados en violencia de género, una situación que, en palabras de la senadora, “está comprometiendo la capacidad del Estado para proteger a las víctimas”.
“Nuestra propuesta tenía un objetivo muy claro: reforzar los medios humanos y materiales de los juzgados de violencia tras la ampliación de competencias establecidas en el Pacto de Estado, así como diversas reformas legislativas”, matiza.
La dirigente popular defiende que se trata de una “medida operativa” cuya puesta en marcha supondría contar con un presupuesto concreto y permitir ampliar las plantillas de jueces, fiscales, forenses y personal especializado “con miras a garantizar así una mejor atención integral y digna a las mujeres”.
“Contradicción política”
A juicio de la dirigente popular, el hecho de que los socialistas no hayan apoyado esta PL es una “contradicción política”, “una traición al supuesto o presunto discurso feminista que dicen abanderar y que cada día queda más en evidencia por sus actos y decisiones”, remarca.
Aun así, ha dicho que el PP seguirá defendiendo esta reforma que “será una realidad” cuando la formación que preside Alberto Núñez Feijóo llegue al Gobierno de la Nación. “No se trata de una bandera partidista, sino de responsabilidad de Estado, de sentido de Estado. Las mujeres víctimas de violencia no pueden esperar y no merecen ser utilizadas en los juegos de poder de la izquierda”, finaliza.
