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Invierta en usted mismo

CARTA DEL EDITOR, por Enrique Bohórquez López-Dóriga

El pasado domingo nuestro periódico MELILLA HOY+MARCA, tenía 88 páginas, extraordinariamente bien impresas. Era, una vez más, para sentirnos muy orgullosos -como escribí el pasado miércoles- del servicio que prestamos a los melillenses desde hace ya más de treinta y siete años, a pesar de tantos obstáculos, que deberían ser inexistentes en una democracia sólida, obstáculos evitables que hemos tenido que superar, incluyendo entre ellos algunas sentencias judiciales que son democráticamente incomprensibles y humanamente deplorables (acabamos de tener un nuevo ejemplo/anti ejemplo de ello, por desgracia, y ya tendremos ocasión de comentarlo).

Seguimos sin rendirnos. Seguimos intentando mejorar, hacer cosas nuevas. Ahora, el semanario QUEZ, básicamente económico, que ya había empezado en nuestro periódico digital, seguirá formando parte de nuestro periódico de los domingos. Un economista norteamericano, Tim Hartford, muy de moda y que vende muchos libros, publicó en 2008 “La lógica oculta de la vida”, un libro en el que, con ingeniosos ejemplos, insistía en “cómo la economía explica todas nuestras decisiones”.

Francisco Bohórquez hace algo similar en el semanario QUEZ. En el del domingo pasado incluía un artículo, “Invierta en usted mismo”, que copio, literalmente: “Invertir en uno mismo es quizá una de las inversiones más productivas que pueda haber. Mayor formación se traduce, en la inmensa mayoría de los casos, en mayores salarios, siendo los salarios muy parecidos a una anualidad, o conjunto de pagos periódicos e iguales, que además suelen incrementarse con el transcurrir del tiempo. Muy parecido, de hecho, a una inversión en renta fija. Y es que en un escenario como el actual, con herramientas y plataformas que permiten anunciar nuestros productos o habilidades de forma masiva, diferenciarse del resto o “tener algo que ofrecer” facilita considerablemente el auto- empleo. Así las cosas, no sorprende escuchar sobre jóvenes que se ganan la vida subiendo vídeos de videojuegos en Youtube, haciendo podcasts, enseñando matemáticas, yoga, etc. Nunca han existido tantas formas distintas de ganarse la vida. Hace falta, eso sí, diferenciarse, y para eso hay que invertir en uno mismo. Si usted posee habilidades que le hagan destacar en algo, lo que sea, podrá ofrecer sus servicios a personas de todo el mundo. Aprovéchelo, diferénciese, y verá que se puede dedicar a aquello que le gusta”.

En una Melilla en la que la confesada aspiración de muchos jóvenes es trabajar (o lo que sea) en la Ciudad Autónoma, en la Administración Pública, en “lo seguro” y para toda la vida, esta idea de “invertir en sí mismo” me parece no solo interesante, sino necesaria, aunque ese consejo -válido en todas partes y especialmente necesario en nuestra ciudad- pueda ir en contra de los que, intentando que todos dependamos de la Administración pública que ellos manejan, seamos siervos votantes de ellos.

Uno de los libros que más impresión duradera me ha causado desde hace muchos años es “Camino de servidumbre”, de Friedrich Hayek. Releo, de vez e cuando, párrafos del libro, y me siguen impresionando, como el siguiente: “Se dice ahora con frecuencia que la democracia no tolerará el capitalismo, por ello es importante comprender que solo dentro de este sistema es posible la democracia, si por capitalismo se entiende un sistema de competencia basado en la libre disposición de la propiedad privada. Cuando llegue a ser dominada por un credo colectivista, la democracia se destruirá a sí misma, inevitablemente”. En esta etapa de credo colectivista dominante y de democracia menguante nos encontramos.

Sobre ello giró la presentación el pasado lunes en Melilla de la “Declaración del conjunto de la sociedad para la regeneración de España y defensa de la Constitución, el Estado de Derecho, la monarquía parlamentaria, la libertad y la democracia”, acto celebrado en en el Campus de la Universidad de Granada en Melilla. El acto fue presentado por el Decano de la Facultad, Alejandro Martínez Diher, en el que fue su último acto como tal decano, ya que a partir de 1 de junio el nuevo decano volverá a ser Juan Antonio Marmolejo. Intervinieron en el acto el diplomático Rafael Fernández Pita y el decano del Colegio de Abogados de Melilla, Blas Jesús Imbroda. Lo cerró el empresario Amalio de Marichalar, conde de Ripalda y coordinador de esta iniciativa.

Defender la Constitución, vigente desde 1978, puede parecer innecesario. Se debiera defender sola, en un Estado de Derecho, con la separación de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial. Pero la deriva que sobre el mal uso de la Constitución estamos padeciendo y contemplando, avala la necesidad de defenderla, como intentan iniciativas del carácter de la del lunes en Melilla, ya realizadas en otros muchos sitios de España e intentando llevarlas a cabo en muchas más ciudades y pueblos de nuestro país. Que acudan más o menos personas a estos actos, que no son considerados “políticamente correctos” por los que incorrectamente gobiernan, no es importante. Lo importante es que se vaya creando y expandiendo un estado de opinión en el que prevalezca la necesidad de defender lo bueno que tenemos —la Constitución de manera primordial- que ahora está en creciente peligro.

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Enrique Bohórquez López-Dóriga

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