La Guardia Civil ha intervenido en el puerto de Melilla más de 14.000 pares de zapatillas deportivas falsificadas con logotipos de primeras marcas comerciales, cuyo valor en el mercado asciende a un millón y medio de euros, lo que supone la actuación para proteger la propiedad industrial más importante de los últimos años en la ciudad.
Según ha informado en una nota de prensa la Comandancia de la Guardia Civil de Melilla, esta intervención tuvo su origen en noviembre, durante los controles e inspecciones selectivas de la mercancía que llega a Melilla vía marítima por parte de la Unidad de Análisis de Riesgos.
Esta unidad, en la que trabajan guardias civiles y personal de la Aduana y la Agencia Tributaria, fiscalizaron un contenedor en tránsito a Marruecos, procedente de China y con destino final Mauritania, con mercancía declarada como calzado, que contenía 744 cajas, 644 con un embalaje distinto, lo que motivó su apertura e inspección.
Los agentes encontraron en su interior más de 14.000 pares de zapatillas deportivas con logotipos que corresponden a primeras marcas comerciales, que tras despertar dudas sobre su originalidad, fueron intervenidas de manera cautelar hasta que los representantes legales de las marcas comerciales han confirmado la falsedad de los productos intervenidos.
Su cuantía alcanza el millón y medio de euros y en función de esa cantidad, se trata de la intervención de mercancía más importante de las realizadas en los últimos años en Melilla.
Constatada la presunta falsedad, se ha dado inicio a la instrucción de diligencias judiciales por el presunto delito contra la propiedad industrial, quedando la mercancía intervenida en el interior del puerto de Melilla, a disposición del juzgado que lleve el caso.
La identidad real del consignatario de la mercancía no se ha podido determinar, al ir declarada en tránsito al vecino país de Marruecos y con destino final a Mauritania.
Para localizar la mercancía falsificada se tuvo que proceder al vaciado completo del contenedor, ya que los bultos que se ubicaban a primera vista tras su apertura contenían el calzado sin signos de copyright o de marca registrada, y la falsificada, con las marcas conocidas y registradas, se alojaban al fondo, o intercalada convenientemente para dificultar su fiscalización.
