La Guardia Civil ha intervenido más de 11 kilogramos de polen de hachís en bellotas escondidas en 32 botellines de agua mineral de medio litro, que a su vez estaban ocultos en el interior del depósito de combustible de un vehículo que pretendía embarcar en el puerto de Melilla en dirección a Almería. Según informó ayer en una nota de prensa la Comandancia de la Guardia Civil de Melilla, los hechos ocurrieron el lunes sobre la 1.30 horas durante el registro de vehículos que embarcaban en el puerto comercial, cuando el perro detector de drogas del Instituto Armado marcó indicios de estupefacientes en un Rover Rov75 de matrícula nacional ocupado por dos personas.
La Guardia Civil realizó un reconocimiento profundo, localizando en el interior del depósito de combustible un total de 32 botellas de agua mineral con capacidad de 0,5 litros, conteniendo cada una de ellas un número indeterminado de bellotas, que arrojaron un peso total de más de 11 kilogramos.
El conductor y la acompañante del vehículo fueron detenidos, ambos residentes en Almería, tratándose de un varón de 45 años de edad y nacionalidad española, y una mujer de 42 años de nacionalidad rusa.
Ambos fueron puestos a disposición judicial ayer como supuestos autores de un delito contra la salud pública, junto a la droga intervenida y el vehículo utilizado en la comisión del ilícito penal.
50.000 dosis menos en el mercado ilícito de droga
La droga intervenida en su totalidad corresponde al tipo polen de hachís, que contiene la más alta concentración del principio activo de este tipo de estupefaciente. Con esta actuación, la Guardia Civil evita la distribución y comercialización en el mercado ilícito de más de 50.000 dosis de este tipo de sustancia.
