La jornada dominical de la Gran Movida 2017 fue de lo más intensa para los equipos participantes, que prácticamente no tuvieron tiempo de respiro con pruebas por la mañana, por la tarde y por la noche.
La primera tuvo lugar en la Playa de la Hípica, donde tuvieron que hacer un recorrido en hidropedal con cuatro miembros de cada equipo, en la que los participantes eran los encargados de marcar su tiempo al pulsar la salida y la llegada en cronómetros.
Por la tarde fueron citados en el Parque Forestal, donde hicieron un circuito cronometrado de postas, en el que cada posta obligaba a superar una prueba, la mayoría de puntería.
La última prueba tuvo lugar pasadas las once y media de la noche en el Parque Lobera, donde la organización escondió piezas de puzzle de diferentes tamaños por todo el parque. Cuatro personas por equipo se encargaron de realizar la búsqueda de las piezas sin linternas, móviles ni ningún objeto luminoso. Al ser la zona bastante oscura, incrementaba la dificultad. Además, los participantes lo tuvieron más complicado al tener un movilidad reducida, ya que fueron atados entre sí por pies y manos.