“Las empleadas del segundo establecimiento se ofrecieron a sufragarme el autobús” Un lector nos ha remitido la información que ofrecemos “Se trata de un pequeño milagro del que, por mi mala cabeza, he sido protagonista. El miércoles pasado, mi mujer me había encargado unas compras y me dio unos billetes grandes para que se los cambiara. Después de realizar la primera compra, marché al segundo establecimiento donde me percaté de haber perdido el monedero con cerca de 600 euros. Volví corriendo al primer establecimiento, pero allí nadie supo darme cuenta. No tenía ni para el autobús, tanto es así que las empleadas del segundo establecimiento se ofrecieron a sufragarme el autobús.¡Y encima el dinero me lo había dado mi mujer! Le pedí prestado dinero a un amigo y, terminadas las compras, volví a casa y al pasar por un establecimiento de lotería, me dije que ya que había tenido la mala suerte de perder el dinero, igual tenía la buena suerte de que me tocara algo, por una vez. Pero me esperaba un pequeño milagro. Un poco mas tarde, ya en casa antes de comer, llamaron a la puerta y se presentó un matrimonio, preguntándome si había perdido algo. Me devolvieron el monedero con mi documentación y el dinero. No aceptaron ninguna gratificación. Al preguntarles quienes eran y que hacían, me enteré que mi benefactor estaba en el paro. Realmente conmovido por esta situación y admirado de por la integridad y la honradez de Antonio y su pareja, que así se llama esta persona, estimo que mientras haya personas así, no todo se habrá perdido en España. Por eso no tengo el menor escrúpulo en recomendar su ejemplo y solicitar a todo aquel que estime estos valores y pueda darle una oportunidad de ganarse honradamente la vida, que le dé esa oportunidad”.
