A pesar de que en esta ocasión la novedad se ha producido con la impregnación de perfume para evitar la localización por parte de los canes, la Guardia Civil interceptó en la noche del vienes al sábado, oculto en el interior del salpicadero de un vehículo en la frontera de Beni-Enzar a un joven indocumentado, de unos 24 años de edad, que dijo ser procedente de Guinea Conakry. Al iniciarse el reconocimiento por la zona del salpicadero, al igual que en otras ocasiones, se apreció cierta anomalía que levantó las sospechas de los agentes actuantes, que en este caso apreciaron "un fuerte olor a perfume", que emanaba de su interior donde se encontraba enclaustrado el joven.
Una vez en el exterior, recibió primeros auxilios por parte de los guardias civiles, sin que fuese necesario atención médica ya que lograron estabilizarle de los síntomas que presentaba y aquejaba, que no eran otros que "entumecimiento en sus articulaciones" y "respiración agitada", por lo que al poco tiempo su estado de salud era bueno.
El doble fondo construido era un lugar hermético que no contaba con ningún tipo de ventilación por lo que se cree que el joven llevaba muy poco tiempo allí , ya que no presentaba un cuadro de síntomas graves como ha ocurrido en otras ocasiones.
La Guardia Civil considera que la razón que llevó a la impregnación del "perfume", que es novedosa, no era otra que la de evitar la posible localización por parte de los "canes del servicio Cinológico, adiestrados en la localización de personas ocultas.
Situación actual
La persona auxiliada resultó ser un varón, joven, indocumentado, que decía proceder de Guinea Conakry, de unos 24 años de edad, que ha pasado a disposición judicial en calidad de testigo y al que posteriormente se le ha aplicado la vigente Ley de Extranjería, mientras que el conductor detenido es un ciudadano de nacionalidad holandesa, originario de Marruecos, donde tiene su domicilio en la vecina localidad de Nador (Marruecos), de 50 años de edad, que ayer fue puesto a disposición judicial como supuesto autor de un delito contra los ciudadanos extranjeros, conocido en el argot, como de "tráfico de personas".
