La Consejería de Infraestructuras, Urbanismo y Deportes acusó ayer al PP del retraso en la reapertura de la piscina municipal, la cual lleva tres años cerrada al público por obras en su interior.
El titular del área, Rachid Bussian, afirmó durante el Pleno de Control al Gobierno que la “única fecha definitiva” de reapertura de dicha instalación se debió de producir el 5 de marzo de 2019 puesto que, tirando de hemeroteca, recordó cuando el por aquel entonces presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, actual diputado local por el PP, aseguró que, “tras visitar la piscina y realizar una gran reforma total de su interior se va a permitir mejorar los servicios que ofrece a los ciudadanos y cumpliendo con la normativa de eficiencia energética”.
“No han mejorado los servicios ni cumple la normativa de eficiencia energética”, criticó dirigiéndose al diputado popular Javier Lence, el cual le recriminó al cepemista que los múltiples retrasos en las obras de reforma de dicho espacio, las cuales no han concluido aún.
“Eso es un hecho palpable”, recalcó Lence.
Entre otros defectos que enumeró Bussian se encuentran la inexistencia de documentos técnicos y certificados sobre la instalación que debían cumplimentarse, el hecho de que no se pusieran en funcionamiento las 170 placas solares que se adquirieron en su momento, así como que las piscinas “han ido perdiendo hasta la fecha centenares de centímetros cúbicos” al no encontrarse estas en “perfectas condiciones”, entre otras cosas.
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