Director: Ron Howard. Intérpretes: Tom Hanks, Felicity Jones, Irrfan Khan
"Inferno" es la tercera novela del escritor Dan Brown llevada al cine de la mano del director Ron Howard. Brown encabeza la lista de autores con más éxito de ventas del New York Times, con obras como "El código Da Vinci", "Inferno", "El símbolo perdido", "Ángeles y demonios", "La conspiración" y "La fortaleza digital". Hay más de doscientos millones de copias de sus libros por todo el mundo y han sido traducidos a cincuenta y seis idiomas.
Tras una inquietante secuencia en la que presenciamos el suicidio de un hombre mientras otro trata de disuadirle (más tarde sabemos que el suicida era Bertrand Zobrist [Ben Foster], un multimillonario que pretende aniquilar a la mitad de la humanidad para salvar a la otra mitad, y el disuasorio Christopf Bonchard [Omar Sy], de la OMS), pasamos a la habitación de un hospital donde se encuentra, recuperándose de un accidente en el que ha perdido la memoria, el famoso catedrático de simbología Robert Langdon (Tom Hanks). Cuando Langdon es atacado por Vayenthya (Ana Ularu nunca), disfrazada de policía italiana, la doctora Sienna Brooks (Felicity Jones) le saca del hospital y le lleva a su casa.
Langdon está en Italia siguiendo un rastro de pistas relacionadas con Dante. Poco a poco va recobrando la memoria, ayudado por Sienna. Juntos se embarcan en una carrera contra reloj, por toda Europa, para evitar que el virus preparado por Zobrist se libere y destruya a la mitad de la población mundial. En esta carrera tendrán que habérselas con Harry Sims (Irrfan Khan), Comandante del Consorcio que vela por los intereses de Zobrist. Y la Dra. Elizabeth Sinskey (Sidse Babett Knudsen), antigua conocida de Langdon, presidenta de la Organización Mundial de la Salud que trabaja para evitar la propagación del virus mortal. Tras el éxito internacional de "El código Da Vinci" y "Ángeles y demonios", era previsible la adaptación para el cine de "Inferno", un libro superventas en 2013.
La película vuelve a reunir al cineasta Ron Howard con Tom Hanks en uno de sus papeles distintivos encarnando al agudo e ingenioso Langdon. Hanks explica por qué perdura el atractivo de la franquicia. "Hay algo que Dan Brown ha llegado a entender, a todo el mundo le encanta un buen rompecabezas, especialmente uno en el que de verdad puedes averiguar las pistas una a una y resolverlo. Estas películas le dan eso al público, es casi una película interactiva, y ha sido así desde El código Da Vinci".
El director y productor Ron Howard nació en Duncan, Oklahoma, en marzo de 1954. Se dio a conocer como actor interpretando a Winthrop Paroo en "Vivir Con Ilusión" y es conocido por su papel de Richie Cunningham en la serie "Happy Days". También participó en la película de George Lucas "American Graffiti".
Antes de llegar al cine, Howard dirigió varias series para televisión. Su primera película fue "Night Shift" (1982). Desde entonces, ha dirigido veintitrés largometrajes durante treinta años de profesión, entre los premiados están: Oscar Mejor Película y Mejor Director "A Beautiful Mind" (2001), que también consiguió el Globo de oro a Mejor Película Drama. Howard ya había sido premiado por "Happy Days"con el Globo de Oro a Mejor Actor de serie de Televisión – Comedia o Musical, en 1978.
Howard ha dirigido películas como "Splash" (1984), "Cocoon" (1985) y "Apolo 13" (1995), nominada a varios Premios de la Academia. Tiene en su haber algunos de los títulos más populares de estos últimos veinte años. Sus dos trabajos anteriores a Inferno fueron las adaptaciones cinematográficas de "El Código Da Vinci" (2006) y "Ángeles y demonios" (2009), películas de gran polémica cultural y religiosa, protagonizadas por Tom Hanks, quien ha trabajado en varias producciones de Howard.
Inferno es la entrega de la franquicia con más estilo visual, con secuencias de sueños crípticos que nos llevan dentro de la cabeza de Langdon, aportando una sensación diferente a episodios anteriores. Langdon debe dar sentido a las pistas relacionadas con el poema de Dante. Howard explica que "la mente llena de alucinaciones de Langdon es atormentada por un hombre obsesionado con Dante, se ve forzado a ordenar las piezas y darle sentido a este sendero de pistas que se abre frente a él".
El productor Brian Grazer comenta: "Dante inventó nuestra concepción moderna del Infierno. En el libro, Dante presencia a los pecadores en la tierra siendo castigados por la justicia poética. Aquello se convierte en la base de los rompecabezas que Langdon debe resolver en esta película. Dante describió el Infierno; Boticelli lo visualizó; pero solo Robert Langdon, el simbologista, puede evitar el Infierno en la Tierra deteniendo la propagación de un virus mortal".
Para Brown, el desafío era llevar la obra de un genio como Dante, que ha inspirado a lectores y artistas durante ochocientos años, y encontrar los elementos que la convirtieran en un thriller de Robert Langdon. Una vez más, el escenario internacional de la historia escrita por Brown ha ofrecido a los cineastas la oportunidad de rodear a Hanks con un reparto de actores de todo el mundo y colocarlos dentro de la acción que se desarrolla por ciudades emblemáticas de media Europa.
Inferno comienza en Florencia: El Palacio Pitti (siglo XVI), residencia familiar del gran Duque Cosimo I de Medici; los Jardines Bóboli, diseñados originalmente por los Medici; el Ponte Vecchio, construido por los etruscos que, además de las tiendas en sus laterales, cuenta con el paso elevado de Vasari, que une el Palacio Pitti con el Museo Uffizi; Salón de los Quinientos en el Palazzo Vecchio, ayuntamiento de Florencia desde 1872, con una parte dedicada a museo, el equipo grabó durante cuatro días en varias estancias, entre ellas el Salón de los Quinientos, la Sala de los Mapas Geográficos o Guardarropa y el primer patio; el Baptisterio de Florencia, también conocido como el Baptisterio de San Juan, uno de los edificios más antiguo de la ciudad (su construcción comenzó en 1059), situado en la Piazza del Duomo, con sus destacadas puertas doradas, las "puertas del paraíso", Dante y muchas otras figuras notables del Renacimiento fueron bautizadas allí, al igual que todos los católicos florentinos hasta finales del siglo XIX.
La acción pasa a Venecia: La Plaza de San Marcos, símbolo de Venecia; el Palacio Ducal, situado sobre el agua, de estilo gótico veneciano y residencia del Duque de Venecia, autoridad suprema de la antigua República de Venecia, convertido en museo desde 1923. Y nos vamos a Estambul: Santa Sofía, originariamente iglesia, luego mezquita y ahora museo, mandada construir por el emperador Justiniano en el siglo VI, único edificio del mundo que ha sido destinado a las tres religiones: paganos, cristianos ortodoxos y musulmanes sunníes; el equipo grabó dentro de la mezquita-cisterna Yerebatan y el departamento de arte realizó réplicas de las mismas en los estudios de Budapest.
Budapest fue escenario de varias secuencias, muchas de ellas rodadas en estudio. El toque europeo de la ciudad permitió reproducir gran parte de las localizaciones del resto de la película. El descubrimiento de la máscara de Dante por parte de Langdon y Sienna se rodó en el Museo etnográfico de Budapest, uno de los más grandes e importantes de Europa en su género. La persecución a Langdon y Sienna por la capilla subterránea de la Basílica de San Marcos, en Venecia, se filmó en el sótano del Museo Kiscelli, en Budapest, en otro tiempo monasterio e iglesia del barroco que sirvió como cuartel general y hospital antes de que lo comprara, en 1910, el coleccionista de arte y fabricante de muebles Max Schmidt, quien lo convirtió en una lujosa mansión; a su muerte, legó la propiedad y el terreno a la población de Buda con la condición de que se convirtiera en un parque y museo abierto al público. Las terroríficas y grotescas escenas de las visiones de Langdon se rodaron en una pintoresca calle al lado de la Opera Estatal de Hungría, diseñada por Miklos Ybl e inaugurada en 1884. El Museo Nacional Húngaro, el museo público más antiguo de Hungría, construido entre 1837 y 1847, sirvió como Universidad de Harvard para rodar las escenas en las que Langdon intenta recuperar la memoria.
Aunque muchas escenas se rodaron en Venecia, Florencia y Estambul, otras tantas se filmaron en Budapest aparentando ser esas tres ciudades. Con frecuencia, una misma localización se rodó en distintos exteriores de diferentes ciudades. Peter Wenham, director de producción, se encargó de que estas transiciones transcurrieran sin fisuras. Para hacer que una ciudad se parezca a otra, Wenham supervisó las transformaciones que incluye, entre otras, modificaciones en señales y matrículas de los coches pasando del húngaro al italiano, la iluminación de las calles y sus farolas, postigos en el exterior de los edificios, la transformación del Museo Etnográfico de Budapest al espacio italiano que alberga la máscara mortuoria de Dante. Budapest también simuló a Venecia recreando las criptas bajo San Marco en un museo antiguo y polvoriento, Wenhan le puso un suelo nuevo que replicaba fotográficamente el de la cripta real, se pusieron barandillas y un altar para los accesorios litúrgicos. En los estudios de Budapest se construyó el plató del interior de Yerebatan, dando mayor profundidad al agua de la que tiene en realidad, para adaptarse al guión; el tamaño del espacio era una quinta parte del real, ampliado por el equipo de efectos especiales, que también participó en otros muchos momentos de la película.
Con muy buen trabajo por parte de los equipos técnico y artístico, al final de la proyección el primer calificativo que me viene a la mente es el de EXCESIVO. Demasiada acción, demasiada tensión, demasiadas bellas e históricas localizaciones que producen en el espectador un leve síndrome de Stendhal.
