
Indra Group ha exhibido, del 12 y el 14 de mayo, en la Feria Internacional de la Seguridad y Defensa Española (FEINDEF 2025), algunas de las tecnologías más avanzadas que está incorporando a los sistemas de defensa y aeroespaciales, así como las tecnologías digitales de siguiente generación que son críticas para asegurar la superioridad, soberanía y autonomía estratégica de Europa y del resto de países aliados.
El recinto de Ifema de Madrid ha acogido a más de 35.000 asistentes, en sus más de 65.000 metros cuadrados, junto a 600 expositores (un 273% más que hace un año), con un centenar de delegaciones internacionales procedentes de 65 países.
Entre las principales novedades de Indra en esta edición de FEINDEF, destacan las aportaciones para la nube de combate multidominio, uno de los sistemas críticos para dotar a los ejércitos de Tierra, Mar y del Aire, y del Espacio de capacidad, para coordinar acciones simultáneas que aseguren la máxima eficacia. También se ha podido conocer el nuevo vehículo aéreo multipropósito VALERO, «que ha sido diseñado para volar de forma autónoma portando diferentes tipos de cargas útiles, en función de la misión a cumplir».
Indra igualmente ha preseentado su sistema de misión Maestre para vehículos militares y carros de combate, el primero y más avanzado del mercado y que está produciéndose en serie en Europa, junto con el Sistema radar Nemus, diseñado para proteger vehículos militares y acorazados frente a ataques con drones, misiles y proyectiles.
Por último, la plataforma de inteligencia IndraMind, para la automatización de operaciones críticas militares y multidominio, que recoge toda la experiencia de la compañía en la aplicación de la IA a los sistemas y programas de defensa más avanzados.

Manuel Escalante, director general de Defensa y Seguridad en la compañía, explica en esta entrevista las principales novedades que han presentado a las numerosas delegaciones internacionales que se han dado cita en los pabellones 8 y 10 de Ifema.
– Pregunta. Indra presentó el año pasado su ambicioso plan ‘Leading the Future’. En lo referente a la tecnología, ¿qué líneas maestras tiene este plan?
– Respuesta. Es importante el contexto. Siempre hemos sido una empresa de producto asociado a una tecnología. Ahora, el driver de la superioridad en el combate es la tecnología. Hay una aceleración tecnológica en el sector y una necesidad de adaptarse a la amenaza, por lo que hay que poner el foco en la tecnología.
Ahora se nos exige que tengamos un buen producto y podamos fabricarlo en cantidades. Hay un reto industrial muy relevante, que está recogido en nuestro plan estratégico.
Tenemos desarrollo de producto por un lado y, por otro, la tecnología y el ‘deep tech’. Esto es novedoso. Ahora, estamos en el ámbito de la cuántica, fotónica, estamos trabajando en energía dirigida, tenemos experiencia en guerra electrónica, radares y también en electrónica de potencia para que la energía dirigida tenga efectos. Se trata de tecnologías muy disruptivas.
En producto, evolucionamos radares hacia AESA para los nuevos casos de uso, como el antidron o la defensa contra la munición anticarro. En guerra electrónica, estamos invirtiendo en el segmento terrestre, sólo hay que ver que el de Ucrania está siendo un conflicto muy especial, con un papel destacado de las contramedidas para el guiado de municiones o los vehículos autónomos.Se está invirtiendo mucho en guerra electrónica, también en mando y control hacia nube de combate multidominio, que es una realidad. El driver de esta tecnología es el FCAS, que ha permitido desarrollar un core tecnológico para la nube de combate, que es aplicable a otros dominios como la tierra, el mar y el aire.
Además de Indra Space e Indra Land Systems, estamos desarrollando la parte ‘ciber’ de la ciberdefensa, con programas europeos, muy centrados en conciencia situacional, mando y control en el ciberespacio.
También consideramos la IA de máximo interés, por eso hemos lanzado una nueva unidad de negocio, IndraMind, cuyo lema es la “automatización de las operaciones críticas a través de la IA”. Es una IA muy especializada en operaciones críticas en el ámbito militar, especialmente decisión, visión artificial, conciencia situaciones, visión 360 o alerta de amenazas. Hemos hecho un desarrollo de sistemas de combate y de misión, que mostramos en FEINDEF, como es Maestre.
En resumen, una apuesta dentro de la organización por el producto, por la tecnología y la industrialización, para responder a los retos de la historia, y por el ‘deep tech’ –que se traduce en la creación del perfil de CTO–; un plan tecnológico muy detallado, que se sigue hace un año, y un plan de inversiones en desarrollo e industrialización.
– P. Los planes de Indra apuntan a constituirse como una ‘empresa de referencia’. ¿Cuáles son los retos que enfrentan para lograr ese objetivo?
– R. Los mayores retos los abordamos hace tiempo, cuando se nos nombró coordinador nacional en el FCAS, lo que nos obligó a dar un paso al frente y ser capaces de ‘pilotar’ a toda una industria nacional, ya que es el mayor programa de colaboración en Europa. Nos ha obligado a ser capaces de generar un efecto tractor y coordinar a la industria y, a su vez ,coordinarnos con los grandes, como Dassault y Airburs. Nos hemos tenido que preparar y hemos aprendido mucho de nuestros socios europeos.
Por eso, no nos pilla desprevenidos la situación geoestratégica actual en Europa, que tiene un doble componente. Por una parte, hay que cubrir una serie de necesidades desde el enfoque de la soberanía europea, desarrollando productos y tecnologías propias y capacidades de industrialización. Además, tenemos un reto como país, donde queremos tener un efecto tractor y hacer equipo con la industria nacional, una industria magnífica y con una gran capacidad de innovación.
– P. A raíz de los conflictos en curso, ¿qué tecnologías ha detectado Indra como claves para su desarrollo a medio y corto plazo?
– R. Son muchas las lecciones que estamos sacando, aunque hay tecnologías que son mas visibles y otras, menos. Hay un gran protagonismo de los sistemas terrestres, la artillería, los misiles tierra-tierra, los vehículos no tripulados aéreos, navales y terrestres. De hecho, el conflicto naval casi ha desaparecido, porque existen estas plataformas.
Hay otras menos a la vista, la denegación del espacio radioeléctrico, sobre todo por el lado ruso, que afecta a los sistemas de posicionamiento, a los UAVs, municiones guiadas, o misiles. Las comunicaciones se enfrentan a retos enormes, con un protagonismo destacado de las comunicaciones satelitales seguras. Hay necesidades que cubrir, por ejemplo, Ucrania ha tenido que desarrollar a toda velocidad un sistema de mando y control. Este se complica si participan muchos agentes. También está siendo muy importante la inteligencia, usando fuentes externas por ejemplo en el caso de Ucrania.
En Indra hemos tomado nota de los temas puntuales y los conceptuales o sistémicos. Hemos pasado de los sistemas que se conciben para durar, a unos sistemas que deben adaptarse continuamente. La duración y ciclos de vida deben seguir, pero la ingeniería y la adaptación debe ser continua, porque la amenaza y su contramedida evolucionan continuamente.
Hemos trabajado en acelerar nuestros sistemas de desarrollo, nuestra ingeniería. Por ejemplo, en los drones estamos haciendo avances; hemos presentado VALERO, un vehículo aéreo multipropósito, flexible, que puede ser lanzado desde tierra o desde el aire, con diferentes funciones que van de la negación del espectro radioeléctrico, el uso como señuelo, para inteligencia de señales o, incluso, podría llevar una cabeza de guerra. Pensamos que es el futuro.
También hemos hecho una apuesta por las comunicaciones seguras y la inteligencia en el espacio, con el desarrollo de plataformas satelitales, que pueden ser para comunicaciones o para inteligencia de señales.
En mando y control, la nube de combate multidominio; el reto es incorporar una fuerza multinacional con múltiples activos que deben comunicarse, sensores en red o el mando control convencional. También es clave la inteligencia de señales o los sistemas de perturbación, que han adquirido un gran protagonismo. En Indra tenemos muchos sistemas de perturbación electromagnética desplegados por el mundo.
La primera es el protagonismo de los sistemas terrestres de todo tipo, de ruedas, cadenas, la artillería autopropulsada. Es un área en que tenemos que estar, desarrollar tecnologías muy rápido, fabricarlos muy rápidos y actualizarlos muy rápido.
– P. Indra ha confirmado sus planes de desembarcar en el área de plataformas terrestres. ¿Qué tecnologías desarrollará para este segmento? ¿Hasta dónde quieren llegar en este área?
– R. En Indra se han hecho direcciones de tiro desde hace setenta años, para artillería fija y móvil, en Aranjuez; más tarde, para vehículos blindados, con elementos como periscopios de tirador y de jefe de carro, direcciones de carro, optrónicas y calculadores de tiro, sistemas de gestión del campo de batalla (BMS) embarcados, como el del Leopardo.
Con la aparición del 8×8, que es un éxito industrial, permite tener unas capacidades de nueva generación, con un sistema de combate que es de otra categoría, lo mejor del segmento. El sistema de misión Maestre es el cerebro del vehículo y gestiona sensores de disparo, comunicaciones muy sofisticadas, conciencia situacional, ayudas a la conducción de última generación y cuenta una red de fibra óptica en su interior. Hemos aprovechado las oportunidades tanto en programas nacionales como europeos, para desarrollar el mejor sistema de combate.
Indra Land Vehicles muestra que nuestra ambición en terrestre es máxima, no vamos a ser conformistas. La primera iniciativa es tomar la mayoría de Tess Defence, algo que estamos haciendo ya. Tess Defence va a asumir más responsabilidad en la producción del 8×8. Pero, más allá de Tess Defence, tenemos la ambición de fabricar plataformas terrestres como es bien sabido.
Los sistemas terrestres son protagonistas en los conflictos reales y por eso queremos dar un paso al frente, primero con tecnólogos que nos ayuden a entrar, pero más adelante tendremos capacidades completas.
– P. Indra a tiene experiencia en áreas como el mando y control o la optrónica, pero ha puesto en marcha otras como los radares para sistemas de protección activa. ¿Veremos un APS nacional?
– R. En un sistema de protección activa, el componente más exigente es el radar y, por eso, estoy muy orgulloso de nuestro radar Nemus. Todos los elementos son exclusivos, pero el radar es el que más. Iniciamos el desarrollo hace cuatro años y nos lo tomamos muy en serio, porque va a ser una necesidad operativa muy importante para las amenazas clásicas, pero la aparición de los drones incrementa la dificultad.
Por eso, es importante afrontar una tecnología tope de gama, que funciona en banda S, la mejor en términos de resistencia a condiciones climatológicas muy adversas. El resto de soluciones del mercado no son en banda S y tienen dificultades en ese aspecto. Nemus tiene muy buenas prestaciones frente a la mala meteorología y tiene la capacidad para detectar munición flecha. Estamos seguros de su éxito en el mercado y de que va a ser puntero y competitivo.
También estoy convencido que veremos un sistema de protección activa (APS) nacional en España, ya que tenemos los componentes de la más alta tecnología para completar un sistema como este, incluyendo sistemas de lanzamiento de las municiones y éstas mismas.
– P. El crecimiento puede ser orgánico o inorgánico. Además de las ya mencionadas estos meses, ¿tiene pensada la empresa adquirir o entrar en el accionariado de otras empresas de defensa o seguridad?
– R. Por supuesto. Estamos imprimiendo en la compañía una gran aceleración desde el punto de vista orgánico (ingeniería, producto e industrialización). Pero, queremos crecer más rápido, queremos incorporar nuevas empresas y hay oportunidades abiertas en las áreas de las que hemos hablado. Habrá novedades en los próximos meses.– P. En el contexto actual, los programas de cooperación internacional son más importantes que nunca y para posicionarse en ellos, la tecnología es clave. ¿En qué programas europeos está inmersa ahora la empresa, hacia dónde va esa cooperación?
– R. Creo que lo hemos hecho bien en este área, estamos en FCAS, que es el programa bandera en Europa; hemos empujado mucho en los EDF, con más de 70 programas, y lideramos 10 de los más relevantes.
Participamos en los programas que están relacionados con nuestras áreas de actividad y los estamos aprovechando muy bien, junto con nuestros socios europeos. Puede que se concreten o no en productos, pero estamos aprendiendo mucho. Hay otros que siguen vivos de convocatorias anteriores, como hemos visto, ahora estamos en 12 adicionales, de los que lideramos el SCEPTER.
Estamos en ámbitos como el aéreo, con el ENGRT II (Next Generation Rotorcraft), en el avión de carga de medio tamaño (FASETT 2 o Future Mid-Sized Tactical Cargo Aircraft). De entre los que ya se están desarrollando, el NG MIMA (Next Generation Military Integrated Modular Avionics. Creemos que la aviónica del futuro es modular.
Del 2022, son muy importantes el Ataque Electrónico Embarcado (Air Electronic Attack Capability o AEAC), el mando y control estratégico europeo o el sistema de comunicaciones satelitales EFISAT.
En el ámbito terrestre, el vehículo de combate de nueva generación AURIGA (Armoured Infantry Fighting Vehicle) o el programa MARTE (Main ARmoured Tank of Europe).
En marítimo, estamos en NEREUS (System of Systems Naval Platforms), que es como el FCAS, pero llevado al entorno naval.
En Espacio, estamos en el desarrollo de la forma de onda segura satelital EPW2 (Secure Waveform for SATCOM), ya que tenemos mucha experiencia en formas de onda en comunicaciones. También en el de observación de la tierra multisensor, el ARGOS (multisource satellite image analysis), que consideramos muy importante.
En ciberespacio, continúan los programas de ciberdefensa, en los que somos protagonistas, como en conciencia situacional ‘ciber’, capacidad de simulación y ejercicios de formación en ‘ciber’, con la plataforma Ciber Range, o en el CITADEL RANGE (Next Generation Cyber Range).
– P. ¿Cree que el actual ciclo inversor, con los anuncios recientes, favorece el desarrollo de tecnologías críticas para el sector de seguridad y defensa
– R. Sin duda. Hay dos retos importantes, que las Fuerzas Armadas dispongan de las capacidades que necesitan, por lo que hay un reto de industrialización enorme y, al mismo tiempo, queremos hacerlo con soberanía, porque son áreas críticas. Por tanto, necesariamente se va a tener que invertir en tecnologías europeas. Estoy convencido de que va a haber un impulso enorme en tecnologías de defensa y de doble uso, por el esfuerzo europeo en invertir en esta área.
La soberanía está en muchos ámbitos, desde lo más pequeño a lo más grande, desde la electrónica a un sistema de armas grande, que a su vez descansa en muchas capacidades. Los dos retos van a llevar a un desarrollo tecnológico muy potente, que tendrá componente dual, también en otros ámbitos donde no tenemos soberanía, como la electrónica.
– P. ¿En qué momento está un programa europeo, en el que Indra es coordinador nacional, como es el FCAS?
– R. Estamos en una fase muy temprana aún, aunque es muy importante. Tenemos que desarrollar un sistema de sistemas que trabaje colaborativamente, con comunicaciones imperturbables, sistemas de combate, guerra electrónica, sensores, remotes carriers… Un nivel de complejidad de otra dimensión.
Cuando nos pusimos ante hoja en blanco, al principio, y nos planteamos qué tecnologías llevaría un avión que volará en 2040, fue todo un reto pensar en las tecnologías disruptivas que van a estar ahí.
Está suponiendo un reto, pero el programa está siendo un éxito. Ahora, estamos en la fase de maduración de tecnologías, camino a los prototipos. Pase lo que pase, ya es un éxito porque nos ha obligado a desarrollar tecnologías con un máximo nivel de ambición. Los gobiernos se tomaron este programa muy en serio, sin problemas de financiación, y hay un espíritu de equipo cada vez mayor.