El presidente de Melilla, Juan José Imbroda, pidió ayer al Gobierno central que repatríe a su país de origen a los menores inmigrantes que logran pasar la frontera con Marruecos de manera clandestina, o los traslade a la península ante la imposibilidad de atender a los casi 500 que hay en estos momentos acogidos por la Ciudad Autónoma.
Imbroda, en declaraciones a la Cadena Ser, dijo con contundencia que Melilla necesita la “implicación descarada” de todas las instituciones ante el problema que suponen estos menores extranjeros en la ciudad, ya que una parte de ellos se niegan a cumplir las normas y “pueden causar problemas y alarmas sociales”.
“No estoy dispuesto a que Melilla se convierta en un tapón de menores extranjeros, no tenemos posibilidad de atender a más”, dejó claro Imbroda, que insistió en la necesidad de que se repatríen a los menores a Marruecos, su país de origen, para evitar un efecto llamada como el que se está dando.
“O Marruecos acepta, o que el Gobierno nacional se los lleve a la península y trabaje con ellos como crea conveniente”, manifestó Imbroda, que lamentó que la legislación actual es “muy proteccionista” con los menores y la Ciudad Autónoma, pese a tener la tutela de estos chicos, no puede obligarlos a que se queden en el centro de acogida.
El presidente melillense consideró, no obstante, que la reunión que mantuvo en Madrid la semana pasada el consejero de Bienestar Social, Daniel Ventura, con responsables de todos los organismos implicados en el tema, fue “una buena toma de contacto” y confió en que la próxima visita de la secretaria general de Inmigración, Marina del Corral, permita solucionar el problema.
“Que no les den comida o dinero”
Imbroda aprovechó la entrevista radiofónica para pedir a los melillenses que no den comida o dinero a los niños que están en la calle, ya que eso “propicia que se queden” a la intemperie en vez de acudir al centro de acogida, donde tienen cubiertas todas sus necesidades de alimentación, vestuario y formación.
