El presidente de la Ciudad Autónoma de Melilla, Juan José Imbroda, recibió este jueves, en el Salón Dorado del Palacio de la Asamblea, a los regatistas que participan en la Regata Palma-Melilla-Palma A2, quienes arribaron el martes tras recorrer las 500 millas que separan Palma de Mallorca de Melilla. La regata, en la que participan 33 embarcaciones y que emprenderá su recorrido de vuelta a Palma este sábado, tuvo como primera embarcación en llegar a la bahía melillense a la ‘Optimum’, tripulada por los franceses Mateo Le Calvic y Arthur Meurisse, quienes completaron el trayecto en 69 horas, 2 minutos y 20 segundos.
Jerónimo Pérez, presidente del Real Club Marítimo de Melilla, destacó la importancia de la regata y agradeció el apoyo de la Ciudad Autónoma de Melilla. “Bienvenidos a los regatistas de la Regata Palma-Melilla-Palma A2 al Real Club Marítimo Melilla. Agradezco al presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, que nos honre con esta recepción en el Salón Dorado, un lugar reservado para eventos relevantes en nuestra ciudad. También quiero expresar mi agradecimiento al Real Club Náutico de Palma, cuya colaboración en esta regata supone un desafío emocionante para nosotros”.
Asimismo, extendió su reconocimiento a los regatistas y al equipo de apoyo del Club Marítimo de Melilla, resaltando el esfuerzo que implica una travesía de 500 millas. “Para nosotro, ha sido un gran evento, tener abierto una llegada durante 30 horas en la Ciudad, trasladando esos barcos que iban llegando a la sede del Club Marítimo de Melilla. Ha sido para nosotros un reto y creo que razonablemente lo hemos superado con creces”.
En representación del Real Club Náutico de Palma, Hugo Ramón, destacó la conexión especial que esta regata crea entre Palma y Melilla. “Como representante de la directiva del Real Club Náutico de Palma, celebro el hermanamiento entre dos ciudades mediterráneas. Gracias al Club Marítimo de Melilla y a la Ciudad de Melilla por este cálido recibimiento”.
También subrayó la importancia de esta regata para la clase Mini, una categoría de barcos oceánicos de seis metros y medio que cada año cruza el Atlántico. “Este tipo de regatas nos permite preparar los barcos y nos ayuda a alcanzar una de las 80 plazas disponibles para el cruce del Atlántico. Esperamos que en la próxima edición podamos contar con entre 70 y 80 embarcaciones”.
Además, elogió el papel de la clase Mini, destacando su aporte, tanto técnico como humano. “La clase Mini impulsa habilidades técnicas y humanas en cada participante. Cada uno de ellos vive su propia aventura en el mar, y eso les convierte en una inspiración para todos”.
Por su parte, el presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, cerró el acto, expresando su gratitud a los regatistas y anunciando el apoyo de la Ciudad Autónoma para futuras ediciones de la regata. “Agradecemos vuestro esfuerzo en esta travesía desde Palma a Melilla. Navegar 500 millas en embarcaciones de seis metros no es una tarea sencilla. La Ciudad Autónoma se compromete a respaldar esta regata oficialmente, para que en próximas ediciones contéis con nosotros desde el principio”.
Imbroda también destacó la identidad multicultural de Melilla como ciudad española, haciendo un llamamiento a los regatistas a conocer su patrimonio y a disfrutar de la hospitalidad local. “Melilla es una ciudad española con una diversidad cultural que nos enriquece y que nos identifica como ciudad de paz. Esta es una sola comunidad, una sola ciudad y una sola bandera, la azul de Melilla. Nos llena de orgullo que hayáis venido a conocernos, y os invitamos a volver el año que viene para disfrutar de esta experiencia nuevamente. La Ciudad estará aquí para apoyar y hacer de la regata un evento oficial de Melilla”.