El Gobierno de Melilla, a través de su presidente, Juan José Imbroda, dejó clara ayer su intención de combatir cualquier intento que pueda darse en la ciudad para provocar divisiones sociales en función de la religión, y apostó por promover la convivencia entre las diferentes culturas. Imbroda avanzó que esa es la razón por la que su Ejecutivo “combate férreamente cualquier veleidad de separación de culturas o religión” y “cualquier interés espurio que haya en que exista esa separación”.
“Vamos en contra de eso y de cualquier movimiento político que haya para desestabilizar una política que es estable”, agregó Imbroda al poner en valor la estabilidad política y social que ha proporcionado su Gobierno en los últimos años en Melilla.
La estabilidad política, “fundamental”
La estabilidad política, remarcó Imbroda, es necesaria y “fundamental” para el desarrollo de la vida de los pueblos “y en Melilla más”, de ahí que justificara la postura de su Gobierno.
Puntualizó que no pretende “asustar”, sino “marcar la realidad”, y “el que no quiera verla se están engañando y engañando a los demás porque la estabilidad política y social es importantísima”.
Además, reiteró el compromiso de su Gobierno por “promover siempre la convivencia a través de mucho conocimiento”, de ahí las actuaciones que se realizan desde diferentes organismos de la Ciudad Autónoma, entre ellos el Instituto de las Culturas, que ha sido criticado recientemente por la oposición.
Imbroda insistió en que la convivencia da confianza y ésta “da el conocimiento y la cercanía” que desde el Gobierno de Melilla lleva años trabajando para fomentar vínculos que fortalezcan el respeto, el conocimiento, la solidaridad y la cohesión como Pueblo”.
Por ello, señaló que no se puede admitir “la más mínima crítica” de que su Gobierno no ha hecho nada por la convivencia.
“Lo hacemos porque creemos en la convivencia como motor fundamental del futuro de Melilla”, concluyó.
