En el local 15 del Cargadero del Mineral no cabía a mediodía de ayer un alfiler. ¿El motivo? La asociación Ángeles Guardianes de Melilla inauguró su sede. A la celebración no faltó el presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, que destacó la labor de la entidad que dirige Miguel Gómez y que se sintió "encantado" de estar entre amigos.
El presidente, de hecho, fue nombrado Socio de Honor de Ángeles Guardianes, recibiendo por ello una placa, un chaleco de la entidad y una camiseta. Miguel Gómez bromeó con que ahora el jefe del Ejecutivo local tiene que comprarse una moto.
Imbroda, tras recibir la distinción, recordó que la Ciudad tiene locales que cede a los colectivos sociales "que se lo merecen", y señaló que la asociación Ángeles Guardianes de Melilla hacen uso del ocio para ayudar "al resto a vivir un poquito mejor". Vosotros sois los que hacéis que el resto podamos dormir más tranquilos", apuntó.
El vicepresidente primero Miguel Marín, así como el viceconsejero de Turismo, Javier Mateo, y el viceconsejero de Servicios Operativos, Francisco Villena, también recibieron una placa y una camiseta de la entidad melillense.
Además, antes de brindar por la asociación y almorzar en la recién estrenada sede, el presidente de Ángeles Guardianes de Melilla hizo entrega de los carnés a los nuevos socios de la entidad.
