Melilla rindió honores ayer a la Constitución Española en su cuadragésimo aniversario. Como cada 6 de diciembre, el monolito en honor a la Carta Magna albergó el acto central de esta efemérides, en el que el presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, consideró que los partidos constitucionalistas deben hacer de la unidad en los valores de la Carta Magna su “mejor armamento” para combatir a los separatistas “de una manera firme y rotunda”, y si es preciso “aplicar sin complejos de ningún tipo” el artículo 155 de la Constitución. El presidente dedicó parte de su discurso en el acto de conmemoración del cuadragésimo aniversario de la Constitución Española a exponer su punto de vista sobre la situación en Cataluña e instar a actuar contra la “minoría” que suponen los separatistas catalanes, ya que “violentando la Democracia, el sentido común y la Constitución quieren romper a España”.
“Aquí ya no valen los discursos de buenismos que pretenden ilusamente el ceder a cambio de lealtad”, apuntó Imbroda ante “las cesiones permanentes conducen a nada”, ya que los separatistas exponen “demandas insatisfechas que persiguen sencillamente que no lo sean, sino la independencia”, todo ello “sin atisbos de lealtad alguna con España”.
Por ello, Imbroda consideró que “hay que aplicar todos los recursos constitucionales que sean necesarios” para acabar con el “grado de insensatez y felonía” de los separatistas catalanes, e instó a “aplicar de forma definitiva y profunda” el artículo 155 de la Constitución en Cataluña.
A su juicio, es necesario aplicar dicho artículo “de una forma definitiva y profunda que ahogue para siempre tanta manipulación, tanta mentira y tanta deslealtad con la mayoría de los catalanes y con el resto de España”.
Populismo
Además de los independentistas, Imbroda también se refirió a una parte minoritaria de la clase política que “cuestiona, cuando no ataca, a nuestro Estado de Derecho”, bien “queriendo acabar con la Constitución y con lo que representa, diciendo que esa Constitución no la hicieron ellos o atacando la bandera o directamente a la Jefatura del Estado”.
“Y ello en base a unos deseos de mayores conquistas, de igualdad y progreso, en los que se esconden ideas totalitarias, añoranzas de viejos regímenes dictatoriales, o más modernamente, el comunismo disfrazado de populismo conducentes a la pobreza y a la falta de libertad”, agregó Imbroda antes de señalar que “hay ejemplos de ello”.
Compromiso
Sobre esta cuestión, lamentó que hoy, 40 años después de la aprobación de la Constitución Española, no haya “los mismos deseos de seguir transitando por esta senda de la libertad de todos los actores políticos del momento”, ya que “en una parte de ellos se perdieron los valores que animaron a aquellos constitucionalistas que antepusieron ante todo su amor a la democracia y a España”.
Ello, a pesar de que han transcurrido desde la aprobación de la Constitución prácticamente los mismos años que desde que acabó la Guerra Civil hasta aquel 6 de diciembre de 1978, cuando “estaban aún humeantes los rescoldos” y “existían obstáculos políticos y emocionales de primera magnitud”.
Sin embargo, puso en valor “el compromiso de aquella generación de patriotas”, que desembocó en la Constitución, que “trajo a España el mayor periodo histórico de paz, prosperidad y progreso”, un mérito que ha atribuido “todos los que intervinieron en aquel fecundo periodo”, pero sobre todo al rey Don Juan Carlos, a Adolfo Suárez y al pueblo español por su “comportamiento ejemplar”.
Imbroda terminó su discurso con un recuerdo a las víctimas del “terrorismo derrotado de ETA”, entre ellos a los cuerpos armados y a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado “por su impagable labor”, e hizo mención a los 125 años que se cumplen de presencia de la Guardia Civil en Melilla, razón por la que hizo entrega de un ejemplar de la Constitución al coronel jefe del Cuerpo, Antonio Sierras.
