El presidente de Melilla, Juan José Imbroda, dijo ayer que la marcha del secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, era “la crónica de una muerte anunciada”, no sólo por el resultado de las elecciones europeas, sino por las voces en el partido que pedían un cambio. A preguntas de los periodistas, el mandatario autonómico señaló que Rubalcaba “algo tenía que hacer” ante los “ruidos” dentro del PSOE de que no sería el candidato a las próximas elecciones generales y consideró que el último resultado del 25M ha sido el “espaldarazo definitivo” para su marcha, ya que los socialistas fueron “los perdedores”.
“El PSOE estaba mal. Está bastante disgregado interiormente”, indicó Imbroda, quien calificó como “correcta” la postura de promover un cambio para intentar “paliar” la crisis que tiene este partido.
En opinión de Imbroda, es bueno que por el bien de los socialistas y también por el de España se produzca una renovación, ya que no sería bueno para el conjunto del país que el PSOE llegara a lo que le pasó al Partido Socialista Italiano (PSI) con Craxi, “que desapareció”.
“España debe estar vertebrada políticamente en dos grandes partidos nacionales, que son el PP, que es el centro-derecha, y el PSOE, que es la izquierda”, defendió el presidente melillense y senador.
Para Imbroda, esto es lo que conviene a los intereses de los españoles, ya que lo demás son “aventuras raras” en las que España ha tenido experiencias en los últimos 30 años.