De "conversación sincera y abierta" calificó el presidente Imbroda la reunión que el lunes celebró con comerciantes melillenses para hablar de la situación que se vive en la frontera de Beni Enzar y donde afirma que se realizó un "intercambio de opiniones interesantes" aunque no se llegó a soluciones. Afirmó que sin querer "cortar" esta actividad comercial es necesario "redimensionar" el comercio atípico porque corre el riesgo de convertirse "en un pozo sin fondo" en lo que se refiere a los recursos humanos y técnicos que exige cada vez más. Dijo que es preciso conjugar la actividad comercial con las necesidades de los melillenses. El presidente Imbroda explicó que hubo "un intercambio de opciones interesantes" en la reunión que mantuvo el lunes con organizaciones de comerciantes de la ciudad. En este encuentro se intentó responder "a los interrogantes" que existen en relación a la demanda de ampliar el horario del puesto de Beni-Enzar para permitir el tránsito de los porteadores que se dedican al comercio atípico. "La conversación ha sido muy sincera y abierta, donde se han contestado a todos los interrogantes que han planteado, además de un intercambio de opiniones interesante para saber, sobre todo, donde tiene que ir Melilla", dijo.
Redimensionar
En este sentido, señaló que cuando un fenómeno como el que se da en Beni-Enzar "afecta a la vida de la ciudad, ya no es un problema sectorial (empresarial) sino general y hay que intervenir". Afirmó que el problema de la frontera es de números y es que en unos años "hemos aumentado más de un 30% las importaciones en la ciudad, y este año sobre el anterior, se han disparado en el orden de un 17%, lo que significa que si antes se traían ochocientas mil toneladas de mercancía, ahora estamos en 1,2 millones, lo que refleja un movimiento considerable que va al comercio fronterizo".
La consecuencia de este incremento de mercancías es un aumento de porteadores, de vehículos que trasportan estos productos al país vecino y más horas dedicadas a este tránsito. Lo que queda claro para el presidente es que para dar satisfacción a todos los melillenses que quieran entrar a Marruecos, o a los marroquíes que quieran entrar a Melilla "el comercio atípico hay que redimensionarlo y no cortarlo", e indicó que "el paso fronterizo de Beni Enzar tiene que ser para el tránsito normal de personas y vehículos, no de porteadores, ni coches llenos de mercancías".
Explicó que Melilla tiene más agentes de Policía y Guardia Civil que cualquier otro punto de España pero "no son suficiente" ante esta situación, por lo que se pregunta "cuánto más vamos a necesitar, porque la frontera no puede aguantar un minuto más", a lo que habrá que añadir los más de 1.500 coches que a diario intentarán cruzar la frontera en la Operación Paso del Estrecho, que vendrá a complicar aún más si cabe este problema. "Esto es un pozo sin fondo", dijo.
Manifestó que la Delegación del Gobierno, para intentar evitar el colapso en Beni-Enzar, entre porteadores y visitantes que cruzan de un lado a otro, ha reducido en dos horas el desarrollo del comercio atípico, en concreto de 7 a 12 de la mañana, "pero el puesto de Farhana está abierto todas las horas necesarias y Barrio Chino, entonces, cuál es el problema", se pregunta. Una salida podría ser la apertura de un nuevo puesto fronterizo, no el de Mariguari que utilizan niños marroquíes para acudir a colegios melillenses, pero señaló que no es algo ni fácil ni rápido de lograr porque precisa que dos países se pongan de acuerdo, a lo que sumado a las obras que habría que realizar, esta solución no sería viable hasta dentro de unos tres años.
Por ese motivo señala que se busca "reordenar" el contrabando, "redimensionarlo a la realidad de la ciudad según los recursos humanos y técnicos disponibles y "eso va a ser así sí o sí". "Con pleno respeto, sin querer cortar ni mucho menos el comercio fronterizo, sí reordenarlo, y aquí estamos conciliando posturas, hablando y recibiendo propuestas, y ese es el camino, pero no estamos en las algaradas", aseguró. Afirmó que "hay que apoyar a todos los sectores económicos y productivos de la ciudad, pero hay que entender también que existe mucha gente que no tiene nada que ver con él, por lo que no tienen que sufrir sus consecuencias". "No podemos tener el paso fronterizo de Beni-Enzar colapsado", aseveró.
Ampliación de Barrio Chino
Recordó ayer el presidente Juan José Imbroda que la Ciudad Autónoma cuenta con un proyecto de unos 600.000 euros para la remodelación y ampliación del puesto fronterizo de Barrio Chino que está pendiente de una cesión de terrenos del Ministerio de Fomento al de Interior, que de llevarse a cabo podría ser una solución a la situación de colapso que sufre Beni Enzar con el comercio atípico y el enfrentamiento entre los comerciantes que piden una ampliación de horarios y Delegación que busca facilitar el tránsito de marroquíes y melillenses.
También dijo que hay otra obra pendiente de empezar como es la del desdoblamiento de la Carretera de Farhana para evitar las colas kilométricas que se producen de vehículos que intentan acceder a Marruecos. Las obras se iniciarán una vez finalice la Operación Paso del Estrecho.
