El presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, “confesó” que nunca ha sido franquista y que nunca ha desempeñado cargos en la dictadura, pero salió en defensa de la estatua de Francisco Franco situada cerca de la entrada al puerto comercial melillense porque está erigida en recuerdo de quienes en 1921 “salvaron a Melilla” dos días después del Desastre de Annual. “Ese es el valor que le doy a aquella estatua”, afirmó ayer Imbroda a preguntas de los periodistas, a quienes dijo que ese monumento reconoce un hecho anterior al alzamiento del 18 de julio de 1936, que es a lo que se refiere concretamente la Ley de Memoria Histórica, prohibiendo la exaltación de quienes participaron en él. Imbroda señaló que “alguno de estos trabajó bien con Melilla”, y dejó claro que como melillense, nunca olvidará a quienes “en el año 21 salvaron a los melillenses que estaban, a la Melilla española que tenemos hoy, que vinieron a partirse la cara y dar su vida por esto”.
Entre ellos, recordó que se desplazó hasta la ciudad el comandante Francisco Franco, a cargo de la Legión, además de Millán Astray, el general Sanjurjo o los Regulares de Ceuta. “Es emblemático que los legionarios, dos días después del Desastre de Annual, con el puerto lleno de melillenses muy asustados porque era una ciudad abierta, salieron tocando las cornetas para el frente y salvaron a Melilla”, explicó Imbroda.
De esta manera, dejó claro que ese es “el valor” que le da a la estatua de Franco, de la que aclaró que él no la puso, y sobre la que recordó que ofreció a una ministra socialista que se la llevara cuando ésta le pidió por escrito que la retirara, aunque ella “no se la llevó”.
La Ley de Memoria Histórica
El presidente melillense se preguntó “qué tiene que ver” la Ley de Memoria Histórica con este hecho, al tiempo que consideró que “la inmensa mayoría de los melillenses ni se acuerdan ni se dan cuenta” de que pueda haber calles con nombres de falangistas, porque “hay cosas mucho más importantes como para preocuparse” de eso y lo ven “como un hecho normal, independientemente de que te guste o no el régimen totalitario que hubo en 1939”.
Imbroda lamentó que “algunos viven encadenados en ese pasado, no pueden vivir y han hecho de su vida esto”, aunque él prefiere “mirar para adelante porque la historia es para aprender”.
El presidente melillense se refirió de esta manera a la sentencia del Juzgado Contencioso-Administrativo número 1, que ha dictaminado que la Ciudad Autónoma debe elaborar en el plazo de seis meses un catálogo con vestigios de la Guerra Civil y la dictadura franquista, al estimar en parte un recurso de un abogado por incumplimiento de la Ley de Memoria Histórica. En este sentido, dijo que se está elaborando el catálogo que exige la sentencia.