El presidente de Melilla afirma que él sabe de primera mano que la intención del interventor era renunciar a su cargo tras el cambio del organigrama directivo de la Consejería de Hacienda, porque “creía que era momento ya de irse”. Según apunta, se están diciendo muchas “tonterías” desde la oposición. Según defendió el presidente de Melilla, Juan José Imbroda, se están diciendo muchas «tonterías» en torno a la dimisión voluntaria del interventor de la Ciudad. «Desde la oposición ya se está diciendo que lo queremos matar, entre comillas, para que no controle y poder hacer barbaridades», criticó el responsable de la CAM.
Apuntó Imbroda que la renuncia del funcionario viene motivada por el cambio del organigrama directivo de la Consejería de Hacienda, hasta este viernes al frente de Daniel Conesa y ahora bajo la responsabilidad de Esther Donoso. Asimismo, insistió en que si alguien conoce lo que ocurrió es él: «El que habló con el interventor fui yo».
En esta línea, continuó explicando que el funcionario «creía que era momento ya de irse». Por este motivo, el presidente le pidió al interventor que presentara su escrito de dimisión. «Cuando lo tengamos pasaremos al Consejo de Gobierno, te cesaremos y nombraremos a otro interventor», afirmó Imbroda que le respondió.
Por su parte, el responsable de la Ciudad siguió diciendo que la persona que reemplace al interventor será alguien «coherente y serio, porque nadie está dispuesto a hacer nada ilegal».
A pesar de la versión oficial, que señala que el interventor fue el que tomó la decisión de renunciar a su cargo, este diario pudo saber por fuentes cercanas de la Ciudad Autónoma de Melilla (CAM) que el Gobierno local pretendía cesar en un principio al funcionario. Entre otras razones, porque quería mandar más que los propios consejeros, según trasladaron las mismas fuentes a MELILLA HOY.
