De nuevo, la escritora y acuarelista melillense Karima Toufali nos trae, envuelve, en el lienzo de su prosa poética enraizada en el Rif. Si bien, en este, su cuarto libro publicado, el escenario, más bien la visión espiritual, no está en las montañas y áridas laderas de la meseta rifeña sino en cualquier lugar desde el que, a través de un amplio ventanal ─cristal que separa, sin aislar, la vida interior de la natural─, Abdennur, su único personaje nombrado, busca el Horizonte de Luz de su destino, que acabe con su exilio espiritual.
Proeza en la que no está solo, pues le acompaña su maestro y compañero, anónimo alter ego con el que dialoga o encaja en sus propios monólogos.
La dualidad artística de Karima Toufali, reflejada ya en otros libros y relatos suyos, forma aquí una simbiosis difícilmente segregable: el mismo ventanal es un cuadro que, a modo de telón diáfano, la autora sitúa tanto para pintar en él estampas, encaros más bien, de su nostálgico Rif, como para cubrirlo de reflexiones escritas, literatura. De manera que trazo y prosa enmarcan una misma abstracción, incierta o apegada, animada o desasosegada, del buscador de la Luz. Tras el cristal, Abdennur es un observador sumido en la duda o azotado por ella; cuando se aparta de él y sale fuera, busca la Luz que le ha ido señalando su otro él, quizá Él.
Conozco a Karima desde sus inicios artístico-literarios, pero me sigue sorprendiendo su femenina y nada ñoña sensibilidad, y esa pasión, no ruidosa, que vuelca en sus escritos, de un estilo cada vez más valiente y lucido, más poético, lleno de religiosidad y de sosegado ardor místico.
Horizonte de Luz lo publica Ediciones Carena, Barcelona, para su colección Acidalia Narrativa, y será presentado en Melilla, en el local social de la Comunidad Islámica Al-Ihsan, sito en la calle Cte. Jiménez Benhamu, nº 10, este sábado a las 19:00 horas.
